Como en una novela negra norteamericana en donde el objetivo inicial queda obsoleto ante los nuevos datos de la investigación, la búsqueda que permitió dar con el paradero del líder de La Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), Rodolfo Eduardo Almirón, comenzó en una indagación que, en principio, no tenía nada que ver con el criminal argentino.
Lejos de los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la Triple A, los periodistas del diario El Mundo, de España, Félix Martínez y Nando García Bernal, estaban detrás del “Doctor Muerte” Aribert Heim, un médico nazi que asesinó a miles de españoles en el campo de concentración de la ciudad de Mauthausen, en Austria, durante la segunda Guerra Mundial.
La investigación es en realidad “la historia de un fracaso”, contó irónico Félix Martínez a perfil.com, quien relató que cada vez que se encontraban más cerca del “Doctor Muerte”, aparecían nuevas pistas que lo ubican “al otro lado del mundo”. Fue cuando decidieron mirar en otra parte del mapa.
“Hicimos una reflexión”, contó Martínez, quien añadió que “debíamos buscar piezas de caza más jóvenes, capaces de responder ante la Justicia” (Heim tiene 92 años)”. En el instante que pensaban sobre quién iba a ser el próximo criminal perseguido, en Chile moría el ex dictador Augusto Pinochet, por lo que surgió la posibilidad de apuntar su interés al Cono Sur.
Tanto las detenciones de Adolfo Scilingo como la del ex marino Ricardo Miguel Cavallo en España incentivaron a los periodistas a pensar en los años de plomo en la Argentina. “Citamos a almorzar a un amigo argentino establecido en Barcelona desde hace 30 años, ex montonero, que tiene un hermano y una cuñada embarazada desaparecida en el centro clandestino de detención de la ESMA (Escuela Mecánica de la Armada). Él aseguró estar muy desconectado pero nos puso en contacto con un amigo suyo, pertinaz perseguidor de conspiraciones, que lo tuvo muy claro cuando le preguntamos a quién podíamos intentar cazar. No se lo pensó dos veces: ¡Almirón! exclamó”, contó Martínez.
Una vez volcados de lleno a la investigación de Almirón, los periodistas supieron que jamás se había llegado a casar con la hija de Juan Ramón Morales (detenido por la Justicia luego de una investigación del Diario Perfil, del pasado domingo), sino con una azafata de Aerolíneas Argentinas llamada Ana María Gil Calvo. Según relató Martínez, “ella es hispanoargentina, así que a través de fuentes en el Ministerio del Interior logramos localizarla en la localidad valenciana de Torrent”.
Entre las dificultades que relataron, está la de que las únicas fotos de Almirón que tenían en su poder eran de 1983, por lo que tuvieron que realizar “un trabajo de campo en el vecindario para identificarle”, explicó Martínez. Tras dos días de vigilancia en la puerta de la casa compartiendo “un pequeño coche”, los periodistas, junto al fotógrafo Joan Manuel Baliellas –“auténtico artista de esta historia”, según lo describe García Bernal-, dieron con el criminal argentino.
Tras el relato de cómo surgió la investigación del principal dirigente de la organización parapolicial comandada por “El Brujo” José López Rega, tanto Martínez como García Bernal contaron la reacción de la Justicia española y la de los medios de los medios de comunicación en España, además de los porqué de su interés en el periodismo de investigación.
¿Cómo reaccionó la Justicia ante la denuncia de que habían dado con uno de los principales dirigente de la Triple A?
F.M: La Justicia argentina actuó demasiado rápido a la hora de pedir su detención y extradición. Las organizaciones argentinas y los partidos carlistas han pedido que el juez (Baltasar) Garzón le interrogue antes de enviarle a Argentina, pero...
N.G Directamente no hubo respuesta.
¿Qué repercusión tuvo la noticia en España? ¿Fue reproducida por otros medios?
N.G. Ciertamente fue recogida por otros medios, pero no se puede olvidar que el denominador común en esta profesión es la envidia. Y quizás en España aún más; el mayor reconocimiento a nuestra pequeña labor fue su detención. Y recibir llamadas de personas afectadas que nos expresaron su agradecimiento.
F.M. No es exactamente así. Inicialmente, a pesar de que todos los diarios de América Latina se hicieron eco de la noticia, los medios españoles no respondieron. Pero, cuando fue detenido, los grandes medios informaron y reconocieron la labor de investigación de El Mundo.
¿Qué les atrae de este tipo de investigaciones?
N.G. Porque nos interesan especialmente los criminales de la historia que han quedado impunes con el paso de los años. La razón por la que buscamos a un argentino es sencilla. Primero porque estaba en España y en segundo lugar porque desgraciadamente la historia demuestra que las grandes denuncias siempre vienen de fuera del propio país. Nunca desde adentro. Y España no es una excepción.
F.M. Lamentablemente, España es un país que ha sido sometido a un régimen dictatorial y represor y que no ha ajustado cuentas con sus verdugos. Al menos, cuando se nos pone un genocida a tiro, lo intentamos. Pero el “caso Almirón” ha sido prácticamente el primero en el que hemos tenido suerte.