El festejo de cumpleaños de Fabiola Yañez en pleno aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) terminó de explotar política y mediáticamente con la aparición de la foto que no deja dudas sobre el incumplimiento a las normas que el propio Alberto Fernández había impuesto. Sin embargo, las visitas a la Residencia Presidencial de Olivos durante los meses más duros de la cuarentena incluye otras aristas que siguen, en su mayoría, sin respuesta oficial.
La polémica incluye reuniones del Presidente que desde el Gobierno justifican como laborales a otras que obedecen a cuestiones personales del matrimonio que reside en la quinta de Olivos y son más difíciles de justificar en el contexto del ASPO.
La cuarentena arrancó el 20 de marzo de 2020, cuando empezaban a subir los casos de covid-19 en la Argentina. Casi dos semanas después, el 2 de abril, aparece la primera polémica en los registros oficiales de ingresos a Olivos, material que se conoce por pedidos de informes que hicieron tanto el periodista Gonzalo Ziver y la ONG Poder Ciudadano. Hubo otros pedidos también que muestran inconsistencias en la información, motivo que también será causal de presentaciones judiciales en los próximos días.
Esa fecha es el cumpleaños del Presidente, y según las planillas hubo cuatro personas que ingresaron a la quinta a las diez de la noche y se fueron pasada la medianoche. ¿Horario laboral? Dos de las personas eran asesores de Fabiola Yañez: Emmanuel López y Sofía Pacchi. Pero también entraron sus parejas, Fernando Consagra y Chien Chia Hong, respectivamente. No hubo explicaciones aún.
El empresario de origen taiwanés es otra de las revelaciones que quedó en el centro de la escena. Esa noche, según los registros oficiales, terminó yéndose solo, recién a las 2.58. En el transcurso de la pandemia, según se supo después, la empresa de Chien terminó ganando seis licitaciones en el Estado.
Otro aspecto que despertó muchas discusiones está vinculado a los servicios con los que contó el matrimonio presidencial en un contexto donde la rutina estuvo trastocada para todos. Peluquero y amigo de la primera dama con decenas de visitas cuando las peluquerías no tenían permitido trabajar; preparador físico también con ingresos a Olivos en repetidas oportunidades cuando no solo los gimnasios estaban cerrados sino que la actividad física al aire libre estaba prohibida y el Presidente les echaba la culpa de los contagios a los runners; o incluso un adiestrador para Dylan, el perro de Alberto F, que confesó que fue convocado porque la mascota se peleaba con su hijo.
El otro capítulo que generó controversias tiene que ver con las reuniones que mantuvo el Presidente con diferentes personalidades, tanto empresariales, de la política como de la farándula. Allí aparecen los nombres de Florencia Peña, Marcelo Tinelli, {Ursula Vargués, Marcelo Gallardo o Luis Brandoni (que no figura en los registros oficiales), entre otros. En ese punto, Fernández insiste con que tuvo infinidad de reuniones para atender las demandas de diferentes sectores para escuchar sus situaciones y posibles soluciones. Es el caso de Peña, por ejemplo, unos días antes ya había recibido a Alejandra Darín, representante los actores.
Una de las reuniones que ya se había difundido cuando ocurrió y que aparece en el registro oficial es el almuerzo con la familia Moyano. No solo con Hugo, por cuestiones sindicales, sino también con su mujer, Liliana Zulet, y su hijo Jerónimo.