No dejó nada por hacer. Ismael Cala es multi profesional. Este gran periodista cubano, radial y televisivo es además conferencista, orador motivacional, escritor, y nos visita para presentar su nuevo libro El analfabeto emocional. Confiesa que vive un vuelco en su carrera. Después de darse el lujo de entrevistar a los más grandes personajes, de conducir los programas más exitosos, ahora habla de la intuición innata y de lo importante que es cambiar el rumbo.
Huye de la victimización (la queja permanente y la critica constante), del desánimo e impotencia social ("el mundo fue y será una porquería") y de la culpa ("somos todos responsables"). Transforma el paradigma actual para instalar la idea de tomar con fuerza las propias decisiones y vivir a pleno tomando el toro por las astas.
Cubano, tenía apenas ocho años cuando empezó con su carrera de comunicador social. Cualquier género era un buen camino para llegar a los demás: juegos para niños, concursos para jóvenes, nada detenía su imaginación para lograr su objetivo.
-Cuba era un medio hostil para cualquiera que soñara con la carrera de periodista. Un partido único, el gobierno comunista, no era un escenario apto para esta opción. Sólo comunicados de prensa que decían cómo cuándo y dónde uno debía actuar y pensar. Entre los 16 y 18 tuve que elegir. Me decidí por Historia del Arte, sabía que esa cultura general me la llevaría conmigo y me serviría en cualquier parte. Hasta que a los 28 me atreví y partí. La Universidad de Toronto me permitió graduarme como periodista y en 2001, gracias a una pasantía en la CNN, me transformé en un comunicador social. Así empecé con los talk shows…
-¿Ahora tuviste una crisis de repensar tu profesión y encararla de otra manera?
-Después de muchos años de ejercer un periodismo duro, de analizar los hechos y de mantener una conexión empática con quien me leyera o me escuchara, me volví más humanista. Busco en el interior de las personas y de las situaciones. Prefiero poner mi energía y mi corazón para sembrar en el interior del ser humano y buscar la raíz de los problemas. Encontrar los valores que están y esperan en el interior de las personas.
-¿Cómo debería replantear el periodismo la difusión del terrorismo y del narcotráfico?
-Hay raíces mucho más profundas. Los medios sólo muestran estos temas como caricaturas del bien y del mal. Estamos tan pegados a ellos que no podemos poner distancia para imaginar y repensar cuáles son las raíces sociales que, al contrario, son fuente y provocan la cultura de la esperanza.
-Pero eso no es mediático, atrapa la sangre y la violencia.
-Tenés razón, esta forma aún no es masiva, pero es el tema del huevo o la gallina. En el programa CALA tenemos una propuesta más humanista con valores, rescatar los principios humanos, inspirar las transformaciones, cambiar el paradigma. Tengo la suerte de contar con seis productores que juntos, más el auspicio del canal, emprendimos esta nueva forma de ejercer el periodismo.
-¿Como te llevás con las nuevas tecnologías y el futuro?
-¡Es atrapante! ¡Yo pienso vivir nada menos que 136 años! Cuidándome y tomando todas las precauciones y recaudos posibles, la vida se alarga. Estoy muy preparado y entusiasmado con lo que se viene. Chips en el cerebro, descargas cerebrales a una máquina. Una locura que anticipa un cambio total de paradigma.
-¿De qué forma analizas el fenómeno apabullante de Trump?
-Los medios de comunicación son tan sólo entidades comerciales y Donald Trump, un personaje ultra mediático que atrae audiencia. No hay que negar que es verdaderamente un hecho histórico que haya elecciones internas tan mediatizadas. Millones de personas siguen semana a semana a este hombre que utiliza la técnica "word liner", un gran titular, que genera un impacto en el cerebro reptiliano básico que tenemos, donde se originan nuestros impulsos negativos. Son frases potentes que se van a reproducir y a repetir, sin ningún desarrollo, pero que apelan al instinto básico animal. Esas agallas de decir lo que pasa por su cabeza o su emoción, genera una atracción atrapante. Espero que no gane las elecciones pero no lo descarto de ninguna manera. Trump versus Hillary, espero que, por el bien de los latinos, sea una mujer quien presida el país.
-¿Qué pensás del cambio de relaciones entre EEUU y Cuba?
-Celebro esta nueva relación y espero el levantamiento del embargo, además de que Estados Unidos presione por los derechos humanos en Cuba. Pero es el mismo pueblo cubano que tendrá que vivir una evolución, un cambio paulatino en un proceso donde se adquieran nuevos hábitos. Espero poder regresar a mi país para ayudar a que se transforme en una potencia.