Pelo canoso y rebelde, un caminar que delata las lesiones de una juventud ligada al rugby. Joaquín De La Torre es de esos protagonistas políticos a los que cuesta conseguir para entrevistar. Primer logro: recibió a Perfil.com en su despacho de la municipalidad de San Miguel. Fundador del Frente Renovador e integrante de su mesa chica, De La Torre empieza a hablar pausado de todo lo que pasa en el país, incluso antes de que se encienda el grabador para ir en busca del segundo logro: una entrevista a un massista en la que Sergio Massa no sea el protagonista.
De La Torre: ...En argentina hay un triple posición. Una, la mirada que frente a los problemas, es ocultarlos. No hay inflación, ni inseguridad, no hay déficit fiscal. Después, hay otra mirada que ha sido la de la oposición, la de describir los problemas y no hacerse cargo. Nosotros describimos los problemas, no los ocultamos y proponemos soluciones. Hemos hecho esto y ya hemos logrado que el gobierno tomara algunas decisiónes tendientes a reconocer la realidad y actuar al especto. El que no gobierna también tiene obligaciones de gobierno, su sueldo de diputado también lo paga la gente. Creemos que tirar piedras exclusivamente no es para lo que la gente nos ha votado.
Perfil.com: ¿Afectaron las últimas medidas económicas a los municipios?
-Si las consecuencias son la inflación de diciembre y enero, la estamos sufriendo en la estructura del presupuesto. Desde el punto de vista de lo cotidiano, el deterioro es creciente desde hace ocho o nueve meses, con un fuerte impacto en enero y lo vemos en la calle. El problema no son las medidas en sí, sino que las mejores medidas tomadas en un mal momento, a destiempo, y en condiciones en el que el común de la gente ha perdido la credibilidad, también son insuficientes. Es mentira que la sociedad civil no ha acompañado a este gobierno. Lo ha acompañado tanto que cuando pusieron a Capitanich al frente del gobierno, la gente tuvo esperanzas. Desgraciadamente, el mismo gobierno desgastó la figura del Jefe de Gabinete. Creo que todavía hoy, la mayoría de la sociedad aún espera que se produzcan cambios para que se enderece esta situación.
-¿Cómo es su relación con Scioli?
-Desde lo político soy crítico. También lo soy de la gestión. Daniel, como gobernador, tuvo una muy mala gestión. Lo dicen los estados de las escuelas, de los hospitales, la inseguridad, las rutas, la basura, el agua, las inundaciones. Pasó en la plata hace un año y pasó nueve meses después en San Pedro y Ramallo. Si me preguntás qué es lo importante que hizo Scioli como gobernador en seis años y medio, tengo muchos puntos suspensivos. Disfrutaría si la gestión de Scioli fuera buena, pero puedo decir que se dio cuenta que hay que gestionar en diciembre de 2013. Hasta entonces tenía solo un buen funcionario, que era Hugo Bilbao, y ahora sumó a (Iván) Budassi y (Franco) Laporta, que son las únicas personas que tienen vocación de gestionar.
-¿Le gustaría suceder a Scioli?
-No me gustaría ser sucesor de Scioli, sino ser sucesor de Dorrego, Alsina, Fresco, Rosas, de otros importantes gobernadores que ha tenido la provincia a lo largo de su historia, porque la provincia es fundadora de la patria, es un lugar muy importante que no tiene que estar a disposición y merced solamente de buenas imágenes. Soy parte de un armado y estaré dispuesto a hacer lo que el espacio me pida. Hay que tener coraje de tomar decisiones y enfrentar problemas. Cuando se gobierna pensando que los problemas se tienen que tirar para adelante y no enfrentarlos para no generar ruido…
-Hubo protagonistas de la política y el sindicalismo que afirmaron sus dudas sobre la fortaleza del gobierno para lo que le quede de mandato...
-(Interrumpe) Nosotros vamos a acompañar para que ello suceda, porque es lo que corresponde, es lo que quiere la Argentina. No podemos ser sólo espectadores. Llegado el momento, pondremos el cuerpo para que se cumpla el mandato. Cuando nosotros hacemos una propuesta para solucionar un problema, estamos colaborando para que ello suceda. Por eso entendemos que sólo tirar piedras no contribuye a la paz social. El gobierno debe solucionar las internas del gobierno. Si un día el jefe de gabinete dice una cosa y al día siguiente, el ministro de economía, lo desautoriza públicamente y por todos los medios, no es culpa de la sociedad civil, sino de los propios funcionarios. Podemos sugerir que no sucedan, ayudar con ideas. Ahora, esto es un tema grave, tan grave como ver que parte del kirchnerismo ya lanza su candidatura para el 2015. “Scioli 2015” es como ver a los oficiales del Titanic bailando en la borda. Tienen responsabilidades en el proceso, tienen que ser parte de la solución, no pensar en 2015.
-¿Sobrevive el peronismo fuera del Partido Justicialista?
-Creo que el peronismo está más vivo en el corazón y en la cabeza de la gente, que en las estructuras burocráticas del PJ. Esto no quiere decir que las personas que están a cargo del PJ no sean peronistas, lo son y no les faltaría el respeto. Sí creo que hay procesos históricos que se repiten. Uno ve lo que pasó en su momento con el peronismo de la ciudad, y tiene miedo que pase en el peronismo de la provincia o de la nación. Cuando uno cierra el partido para quedarse con el sello, termina destruyendo el partido. Pasó en el radicalismo, pasó en el peronismo de la capital. La exclusiva vocación de los dirigentes es para quedarse con el sello, la gente se va por otro lado. A la gente no se la contiene con un sello.
-Elisa Carrió y Ernesto Sanz efectuaron acusasiones contra los justicialistas que fueron desde corporativismo hacia los intendentes, hasta “Asociación criminal” para el PJ.
-Tengo respeto por las dos personas. Además, creo que, a partir de 2015, al que le toque gobernar o ejercer la oposición, deberá cambiar la forma de comportarse. Creo que la oposición de los últimos años ha terminado “kirchnerizándose” en sus declaraciones respecto del otro. Son tan descalificadores en el kirchnerismo como lo es la oposición respecto del resto de la política. Lo digo más allá del respeto que les tengo a ambos. Todos tenemos que aprender de lo que pasó y tenemos que tener claro que, al que le toque gobernar, deberá tener una relación distinta y sería bueno que arranquemos ahora.
-¿Hay pacto de impunidad?
-Este proceso de salida del kirchnerismo es muy parecido al de salida del menemismo. El menemismo buscó que su sucesor no fuera un peronista. El kirchnerismo, lo mismo. Carrió denuncia pacto de impunidad y, sin embargo, la única muestra de pacto de impunidad de gobiernos anteriores fue el de la causa Banelco. Esa impunidad beneficia a la Alianza, que son los padres de la UNEN, los mismo miembros. Si hay una muestra de un supuesto acuerdo de impunidad, lo que tenemos claro es que es más cercano a ellos que a nosotros. Yo creo que nuestras relaciones tienen que ser distintas, por lo que me parece que lo importante es que no nos digamos estas cosas, sino que busquemos salidas, que le aseguremos a la población que va a haber 6 o 7 temas que serán tratados de determinada manera.
-¿Temas para pactar con el resto de la oposición?
-Uno, como dice Carrió, es el cuidado de la corte, pero siempre, no como la doctora Carrió, que cuando falla en contra, acusa, pero cuando falla a favor hay que cuidarla. La corte no la elegimos, es la que está, respetémosla, a no ser que tengamos argumentos para removerlos. Tener un proceso en el sistema educativo a largo plazo que nos permita hacer evaluaciones, que vayan creciendo las calificaciones en los próximos veinte años. El tercero es tener un sistema de estadísticas independiente que nos sirva no sólo para la economía, sino para evaluar las consecuencias de las políticas públicas. En la provincia de Buenos Aires no sabemos cuántos delitos se cometen, dónde, cuántos son con armas y cuántos sin armas. Solo hay una estadística de los ministerios públicos y no se dio a conocer en los últimos dos semestres, porque el gobernador no quiere que se sepa cuánto creció el delito. Un consejo económico y social en el que los sindicalistas, empresarios tengan responsabilidad. Sobre estos puntos: qué estamos dispuestos a acordar. Desde el FR tenemos vocación de gobernar, pero tenemos claro que hay actores que no son del FR y tenemos que acordar para trabajar. Si ponemos por delante las candidaturas, vamos a llegar igual que ahora. A Carrió y a Sanz les pediría que cuidemos a la Argentina, que la justicia tiene que ser independiente. La primera forma de resolver la impunidad es darle indepencia a la justicia, que son los que persiguen el delito. Y si hay un juez que comete un delito, tendrá que pasar por los mecanismos de la república. Asegurar que no nos vamos a meter en los procesos judiciales.
-Uno de los mensajes de las elecciones de octubre fue que el poder lo disputaron los intendentes. ¿Por qué cree que los votantes acompañaron?
-Porque es una construcción en función de la gestión, basada en políticos que dan la cara, que no le escapan a los problemas, que los escuchan y ven cómo lo resuelven. Los intendentes tenemos como gran ejercicio el tener que escuchar y poner en la agenda los problemas de la gente. Sergio (Massa) ha mostrado claramente en su paso por su gestión en Tigre y Anses que tiene capacidad de gestión, una mirada de futuro importante, equipos de trabajo sólidos y serio. Tenemos como eje central no ocultar los problemas, sino hacerle frente con sentido común. Hay un montón de cosas que no se solucionan modificando una ley, sino poniendo funcionarios a gestionar. Una persona sospechada de un delito tiene un documento trucho y en una comisaría no tienen como corroborar su identidad. Pasó hace poco. Eso no es una ley: es tener una base de datos de huellas. Un argentino lo descubrió y no lo tenemos cuando se usa en el resto del mundo. También está la descentralización de los fondos para que los directores de las escuelas puedan llevar adelante una gestión educativa razonable y no pueden llamar a un plomero. Son cuestiones de gestión. Hoy el gobierno de la provincia está tomando medidas contrarias a su eslogan de la descentralización.