POLITICA
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José López intercedió para que Lázaro no impugne la licitación

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—¡Qué hacés! ¡No vas a laburar nunca más en tu vida!
La frase la pronunció José López, el secretario de Obras Públicas de la Nación, y estaba dirigida a uno de los cuatro empresarios que participaron de la licitación para realizar las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic sobre el río Santa Cruz. Le decía lo que le podía pasar si se atrevía a impugnar a la firma ganadora, Electroingeniería, que se había alzado con la mejor oferta utilizando un artilugio: una carta de descuento que rebajaba su propuesta en un 17 por ciento. Y sobre la que, algunos dicen, fue introducida después de la apertura de sobres.

En su oferta original, Electroingeniería había quedado tercera, y el ganador era el polémico empresario K Lázaro Báez. Estaba todo dado para que el dueño de Austral Construcciones (denunciado por presunto lavado de dinero) se quedara con la obra. Pero un día antes de que venciera el plazo para las impugnaciones, los competidores de Electroingeniería recibieron primero un llamado de López, y luego fueron convocados, por separado, al despacho del funcionario. Así lo revelaron a PERFIL fuentes empresarias de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC).
Si Lázaro Báez se adjudicaba una obra emblemática y multimillonaria como ésta en momentos en que es señalado por hechos de corrupción ligados al Gobierno, hubiera sido para el kirchnerismo un escándalo. Entonces, en los despachos de la Casa Rosada, se le allanó el camino a Electroingeniería, otra empresa K. La oferta de Electroingeniería es polémica. La carta de descuento se suele usar en algunas licitaciones, pero las condiciones que puso la empresa no: que una parte de la obra se pague en dólares y en el extranjero. Eso le da ventajas sobre el resto de los competidores que no tuvieron la misma oportunidad porque esas condiciones no figuraban en el pliego. La licitación por las represas en Santa Cruz atravesó varios obstáculos. El primer llamado fue un concurso provincial en 2007, que ganó Pescarmona, pero que quedó trunco por la crisis financiera de 2008. En 2010, también se quedó con la licitación la misma empresa, pero otra vez no se pudo hacer por falta de fondos. Este año, la nueva licitación arrojó las siguientes ofertas: Lázaro Báez propuso hacerlas por 20.479 millones de pesos; seguido por Eduardo Eurnekian con 21.187 millones de pesos; tercero quedó Electroingeniería con 22.948 millones y cuarto Pescarmona con 23.992 millones de pesos. Cristina Kirchner le adjudicó esta semana, finalmente, la obra a Electroingeniería. Lo hizo cuestionando a los que denunciaban a sus competidores.