El gobierno nacional, a través del viceministro de Justicia Julián Alvarez, admitió hoy que la Argentina "no es Suecia" sino "un país desigual", donde "hay zonas de emergencia y vulnerabilidad que son focos donde se generan personas que delinquen".
Como si hiciera falta explicar lo que se ve todos los días, Alvarez, uno de los principales dirigentes de "La Cámpora" y miembro del Consejo de la Magistratura, informó que en Argentina hay sectores marginales donde el delito florece y aclaró que "uno no le puede pedir al Estado (que haga) lo que uno haría personalmente" con los ladrones, como aplicar "mano dura", y reclamó un mayor compromiso de la Justicia.
"No vivimos en Suecia, en Argentina hay desigualdad", sostuvo el funcionario, quien agregó que "no podemos negar su existencia", dado que "la desigualdad es lo que produce que la persona se vaya por el camino equivocado, delinca".
El funcionario detalló que ya en 2003 -el año en que ganó las elecciones y asumió como presidente Néstor Kirchner- fue secuestrado durante 12 horas y que el ex marido de su madre fue asesinado, pero insistió en que "no se puede predicar desde situaciones personales".
"Me agarraron en Lanús, al lado de mi casa, en 2003, estaba con el auto", inició su racconto Álvarez, y detalló que estuvo secuestrado doce horas y que se pagó el rescate. "Cada vez que llegaba a mi casa y veía un auto estacionado, entraba corriendo", contó el viceministro de Justicia, y explicitó sus límites: "Yo, como Estado, tengo que pedir Justicia. La clave está en analizar lo que podés hacer antes y la respuesta es que se pueden hacer cosas con inclusión".
En tanto, reclamó la ayuda de la Justicia para luchar contra la inseguridad, al advertir que "los pungas que están en la ciudad de Buenos Aires los meten presos y entran y salen, entran y salen".
En diálogo con La Red, el dirigente de La Cámpora, señaló que Argentina "es un país desigual, donde efectivamente hay zonas de emergencia y vulnerabilidad que son focos donde se generan personas que delinquen".
Cambio de discurso. El planteo de Julián Álvarez cosignó cierto giro en la línea argumental del Gobierno respecto de la pobreza y la inseguridad. Porque si bien han sostenido el argumento de que la delincuencia es consecuencia de la pauperización, la falta de oportunidades y la marginalización, al mismo tiempo han impulsado el discurso de que nunca ha habido mayor inclusión que en los últimos once años de gestion kirchnerista. En base a ello, el planteo de Julián Álvarez viene a saldar la gran duda: o se cree en los números del Gobierno y se reconfigura la teoría de la relación entre delincuencia y falta de oportunidades, o se reconoce que los sectores marginales siguen marginalizados.
La diputada nacional por el Frente Renovador Graciela Camaño cuestionó hoy los planteos sobre inseguridad del secretario de Justicia, Julián Alvarez, y denunció que "los que se están robando la Argentina son los que gobiernan mal".
"Los que se están robando la Argentina no son esos focos de personas que delinquen, los que se están robando la Argentina son los que gobiernan mal, los que gobiernan con causas penales en la cabeza", remarcó la diputada massista ante la consulta de DyN. Camaño se refirió así a las declaraciones de Alvarez, quien consideró hoy que Argentina "es un país desigual" donde "hay zonas de emergencia y vulnerabilidad que son focos donde se generan personas que delinquen".
"Estoy cansada de este otro debate, acerca de que los pobres o que los focos de pobreza están vinculados a los delitos. El delito más grave es el de guante blanco", insistió Camaño.
Respecto a la desigualdad social que planteó el funcionario nacional, la diputada opinó que "basta ver de qué manera vive la gente" para ver que es "tremendo el nivel de inequidad que hay y que cada vez está peor".
El diputado socialista y aspirante a jefe de Gobierno porteño del Frente Amplio Unen Roy Cortina consideró hoy que "es una lástima" que el secretario de Justicia, Julián Alvarez, "se dé cuenta cuando están a punto de terminar el gobierno" que en Argentina hay zonas de "vulnerabilidad" donde "se generan personas que delinquen".
"Evidentemente en el tema de la inseguridad hay un componente que es el grado de violencia social y de anomia que hay en el país y eso es algo que se va cocinando a fuego lento", evaluó Cortina ante la consulta de DyN. Cortina consideró que a Alvarez "habría que preguntarle qué no habrán hecho" desde el gobierno nacional para "no revertir" esa situación y para "incrementarla en los últimos diez años".
"Es una lástima que se dé cuenta cuando están a punto de terminar el gobierno", lamentó el diputado nacional sobre las declaraciones del secretario de Justicia, quien afirmó que "hay zonas de emergencia y vulnerabilidad que son focos donde se generan personas que delinquen".
Cortina agregó que "cuando existe mucha exclusión social y cuando hay muchos sectores que están excluidos de toda posibilidad de vivir dignamente se genera un caldo de cultivo para que puedan consolidarse las estructuras delictivas del crimen organizado y lo más emblemático de la última década que es el narcotráfico".
El diputado nacional por la UCR Manuel Garrido señaló hoy que en el kirchnerismo "dicen década ganada, pero siguen hablando de desigualdad social", y aseguró que el Gobierno nacional "no se hace cargo de su no política" en materia de seguridad.
"Ellos dicen década ganada pero siguen hablando de desigualdad social y altos niveles de violencia", expresó Garrido a DyN, con relación a las declaraciones del secretario de Justicia nacional, Julián Alvarez, quien afirmó que Argentina tiene "zonas de emergencia y vulnerabilidad" donde se "generan personas que delinquen".
En este sentido, para el diputado radical "estas cuestiones evidencian que o no hubo políticas correctas, o no se aplicaron, o fallaron".
Por otro lado, Garrido cuestionó al funcionario nacional al considerar que "habla de algo que pasó hace mucho tiempo y desde 2003 viene gobernando su gobierno, y lo que debería explicar es por qué la situación sigue siendo igual o peor" que antes, al referirse al hecho de inseguridad que el propio Álvarez sufrió.