Luego de un periodo de paz, la relación entre la UCR y Julio Cobos volvió a resentirse hoy a raíz de la reunión del vicepresidente con Francisco De Narváez, que causó un fuerte malestar en el titular del radicalismo, Gerardo Morales, y generó un reproche de Elisa Carrió a sus socios.
En tanto el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, pidió hoy al vicepresidente Julio Cobos que "aclare si se solidarizó con el candidato de Unión-PRO, Francisco De Narváez" y advirtió que el hecho "podría derivar en una seria obstrucción a la labor de la Justicia. "Si así fuera se estaría incurriendo en un grave error que podría derivar en una seria obstrucción o entorpecimiento de la labor independiente de la Justicia", opinó.
Para Fellner, Cobos "se estaría equivocando, porque no puede recibir con ese objetivo al candidato bonaerense en su público despacho y en su carácter".
Profundamente molesto con los radicales, Cobos recibió a De Narváez para una reunión "institucional", según explicaron en su entorno a las autoridades de la UCR, las que sin embargo entendieron la jugada como una señal hacia el radicalismo bonaerense por haberlos dejado fuera del Acuerdo en la provincia con el retiro de sus listas a concejales.
"Era previsible, se prendieron las luces y los personales quedaron iluminados. Que sea un aprendizaje", aprovechó Carrió al enterarse del encuentro que se produjo en el despacho del titular del Senado, en el que Cobos le expresó su "solidaridad" al candidato de Unión-PRO tras la citación del juez Federico Faggionato Márquez en la causa por el tráfico de efedrina.
La pelea entre Cobos y Morales deja en posición expectante a Carrió, quien se disputa con Cobos el respaldo del radicalismo en todo al país de cara las presidenciales de 2011, en la ambosaspiran a dar pelea interna para ser candidatos.
Carrió y Morales se enteraron de la reunión Cobos-De Narváez durante su visita a Santa Fe, donde participaron de actividades de campaña para apuntalar la candidatura a senador de su socio del socialismo, Rubén Giustiniani.
Si bien Carrió había respaldado semanas atrás a De Narváez por considerarlo víctima de una "operación fascista" del oficialismo a raíz de su vinculación a la causa de la efedrina, en los últimos días prefirió guardar silencio para no defender a alguien "que tiene que dar muchas explicaciones", según señaló a sus colaboradores.
El descargo. Cobos aseguró que era "un deber" recibir a De Narváez como legislador y acotó el encuentro a la análisis de "políticas" públicas, en un intento por quitarle lecturas electorales.
"Es un deber de todo funcionario público recibir a los legisladores, sea del partido que fueren y con más razón si se trata de trabajar en políticas tan importantes en materia de inclusión, como educación y seguridad", justificó hoy Cobos, a través de un comunicado.