El viceministro de Economía, Axel Kicilloff, se sentó junto al presidente de Techint, el empresario Paolo Rocca, durante la inauguración de la nueva estación de desgasificado al vacío en la planta de Ternium Siderar. La imagen llamó la atención dado que hace solo diez meses, el funcionario K señaló que "habría que fundir a Rocca, pero no lo vamos a hacer”.
Aquella amenaza del jóven economista sucedió cuando Rocca y la Presidenta intercambiaron críticas a través de sendas cartas luego que el mandamás del Grupo Techint cuestionara duramente la situación económica del país.
"A partir de 2008, el Gobierno perdió el rumbo. No se sabe para dónde va", señaló Rocca. Pero hoy esa pelea parece haber quedado atrás.
El empresario siderúrgico posó junto a Amado Boudou, Daniel Scioli, Cristina Fernández y el mismo Kicilloff en Ramallo, en lo que es una nueva era en el vínculo entre Rocca y la Casa Rosada.
Por su parte, la Presidenta afirmó durante el discurso que "si hay un Gobierno que hizo eje en la reindustrialización somos nosotros", y destacó que a partir de la gestión de Néstor Kirchner "se dio una vuelta de campana a una Argentina cuya industria supo ser líder en los 50 y luego fue devastada".
Cristina expresó en Ramallo que "no va a haber más y mejor desarrollo industrial si no hay unidad entre las universidades y las empresas", y sostuvo que "esa también es la gran transformación industrial de la década" y planteó que se necesita "a la ciencia para aplicarla al desarrollo industrial".
La Jefa de Estado concluyó que la Argentina "es, en definitiva, un país al que hemos puesto en marcha con todas sus potencialidades, y con el aporte de los privados".