Dirigiendo una mirada amigable a la máxima autoridad del grupo Techint, Paolo Rocca, el presidente de la Nación, Néstor Kirchner, inauguró esta tarde en la localidad de Ramallo la puesta en marcha del Alto Horno 2 de la empresa Ternium-Siderar.
En compaña de su esposa, la senadora y candidata presidencial Cristina Fernández -aggiornada con una curiosa boina roja-, el jefe de Estado alabó su propia gestión de gobierno y resaltó —tal como lo hiciera ayer la primera dama en elPrecoloquio de IDEA— el plano económico.
“Este es el quinto año de crecimiento consecutivo” destacó Kirchner, quien recordó que en la Argentina “hacía más de cien años que no se daban cinco años de crecimiento consecutivos”.
Con voz pausado, el Presidente llamó a "creer en esta Argentina industrial" y no logró contener la cifra de crecimiento anual que, adelantó, "será más del ocho por ciento".
A pesar de los números en alza, Kirchner —en campaña— no se olvidó de mencionar que lo bueno, en realidad, está por venir con el próximo gobierno que, descartó, será conducido por Cristina Fernández.
"(Ese gobierno vendrá a) construir la nueva institucionalidad que necesita la Argentina, para una justa distribución del ingreso”, añadió.
Críticas de Fondo. Por otra parte, el Presidente se dio el gusto de resaltar el encuentro que tuvo esta semana que el ex ministro de Finanzas francés Dominique Strauss-Kahn –firme candidato a presidir el Fondo Monetario Internacional (FMI)-, quien reconoció los errores del organismo durante la década del noventa.
“Los propios integrantes del Fondo están reconociendo que estaban equivocados” con respecto a las políticas económicas aplicadas para la Argentina, señaló el Presidente, quien destacó la renegociación de la deuda con los acreedores privados: “Le ahorramos a los argentinos 70 mil millones de dólares”.