El presidente Néstor Kirchner decidió esta mañana, de manera repentina, no asistir al acto de entrega de 470 viviendas, que se realizó en el barrio Villa La Cava, de San Isidro, y que se suponía, encabezaría.
Aunque alegó “ problemas de agenda”, allegados a la Casa Rosada indicaron que la suspensión del viaje fue debido a las alertas sobre posibles desmanes por parte de gurpos antagónicos al Gobierno.
La entrega, entonces, estuvo a cargo del gobernador bonaerense Felipe Solá y el intendente radical K, Gustavo Posse.
Durante la ceremonia, un grupo de vecinos y afiliados a la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) portaron carteles que decían “ Posse chorro” y abuchearon al intendente de los radicales K sosteniendo que la entrega de casas se realizó "a dedo".
Durante su discurso,entre gritos y silvidos, Posse aseguró que su gestión " no va a ceder ante las presiones" y agregó que el otorgamiento de las viviendas se hacen de forma "transparente", según informa el portal bonaerense Infocielo.
Por su parte, Solá advirtió que el gobierno nacional “ realizará viviendas para todos", y aseguró además que todos los habitantes de la villa La Cava "tendrán su casa propia".
El gobernador también prometió que, "dentro de 4 ó 5 años, no hablaremos más de villas".
"En estos momentos se están construyendo casi 50.000 viviendas en toda la provincia y hay más de 15 mil que están en construcción en la urbanización de villas", aseguró el mandatario provincial quien debió hacerse cargo del convulsionado acto.