Si bien en otro momento esta situación podría haber sido la antesala de una renuncia, ahora es más improbable una salida intempestuosa porque, paradójicamente, Massa es el hombre con mejor intención de voto que el kirchnerismo puede ofrecer en la provincia de Buenos Aires, incluso por encima de la del ex presidente. Según una encuestadora de consulta en la Casa Rosada, Massa mide entre cinco y diez puntos más que Kirchner en Buenos Aires. En consecuencia, lo más probable es que una salida elegante se articule a través de la postulación del jefe de Gabinete a la cabeza de la lista de Diputados en los comicios del próximo año.
Mediático. Una de las cosas que más enerva a Kirchner es el protagonismo mediático de Massa y su ansiedad por exponer la agenda gubernamental, una estrategia que confronta con el hermetismo que pregona el kirchnerismo más íntimo. Lo que para el jefe de Gabinete es estrategia comunicacional, para los santacruceños que suelen frecuentar a diario al ex presidente, es “pura frivolidad”. Así tildaron la idea de Massa de convocar a la conferencia de prensa de la era de Cristina. Mientras Massa habla con los periodistas, Kirchner fustiga a los medios. Mientras el primero busca un acercamiento con los empresarios de medios, el segundo deja que los camioneros bloqueen las distribuidoras de los diarios.
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