Todos lo sabían. El oficialismo se quedaría con Papel Prensa para su uso y abuso.
La primera señal pública fue el desafiante nombramiento de Beatriz Paglieri, el brazo ejecutor del supersecretario de Comercio, Guillermo Moreno, en el INDEC. Después, hizo su aparición el propio Moreno: citó a los representantes del Estado en la empresa y les anunció que avanzaría con un plan para desvalorizar o expropiar la mayor empresa de papel de diario instalada en la localidad bonaerense de San Pedro. Uno de los presentes reveló el “apriete” ante un escribano y ante las autoridades de Papel Prensa.
Carlos Collaso, consejero por el Estado en la compañía, relató en el Consejo de Vigilancia de la empresa –cuyos accionistas son Clarín (49%), La Nación (22,49%) y el Estado (27,46%)– que el 14 de septiembre pasado, en una reunión realizada en la Secretaría de Comercio, Moreno les pidió a él y al director por el Estado, Carlos Mauricio Mazzón (hijo del operador kirchnerista Juan Carlos Mazzón), que dejaran “constancia de la disconformidad del Estado con la gestión del Directorio de Papel Prensa de los últimos 10 años”.