Aunque es un día histórico para ella, cerca del entorno de la Presidenta dicen que está “caída”. Que desde la muerte de Néstor Kirchner se siente muy sola y que, en estos días, habla poco con sus ministros. "Tiene todo y al mismo tiempo no tiene nada. Está al borde de concentrar un poder histórico, de obtener un logro profesional impresionante, pero su hijo Máximo hacía un mes y medio que no la visitaba en Buenos Aires. Y Florencia la acompaña pero a veces quiere volver a Estados Unidos a seguir con su carrera", confió una fuente cercana al círculo íntimo de la Presidenta.
"Muchos piensan que Máximo tendría que vivir acá en Buenos Aires para respaldarla. Pero es una situación difícil para todos ellos", afirmó la misma fuente. Desde que falleció Kirchner, el primogénito se recluyó en el sur, e hizo visitas esporádicas a la quinta de Olivos. Pero estuvo en el acto de anuncio de la fórmula presidencial el miércoles último, en el acto de cierre de campaña. Aseguran que se dedica a administrar los negocios y los bienes de la familia. Pero también que está desplegando desde Río Gallegos su poder sobre La Cámpora.
Cristina no ha dejado la vestimenta de luto. Cada vez que nombra a Kirchner en su discurso se quiebra. El miércoles volvió a hacerlo y al mirar a sus hijos aseguró, con los ojos llorosos: "El vive en ellos más que en ninguna otra parte". Se abrazó con Máximo y Florencia al terminar el acto. "Ella los necesita", aclaró la fuente. No se sabe si hoy, en su regreso a Buenos Aires, volverá con ellos. La semana de la victoria contrastará con el aniversario del fallecimiento de Néstor.