POLITICA

La economía y la inseguridad, principales preocupaciones de los argentinos

Así lo consideran un 35 por ciento de los consultados en una encuesta que analiza el malhumor social.

Los argentinos y sus mayores preocupaciones.
| Cedoc

El humor social y las preocupaciones de los argentinos pasan por tres variables, la inseguridad, la cuestión económica y pesimismo e incertidumbre, según la consultora de análisis político Poliarquía.

Sergio Berensztein, director de la firma, expresó en diálogo con el programa de radio La Cornisa, conducido por el periodista Luis Majul, que cuando se le pregunta a la gente '¿Qué es lo que más te preocupa?', "Claramente la inseguridad domina las preocupaciones". "Entre un 30 y un 35 por ciento de las respuestas afirman esto".

"Si se combinan la inflación, o 'no me alcanza la guita', o 'tengo miedo a perder el laburo', o 'no me alcanza la jubilación', es decir, todas cuestiones que tienen que ver con la situación económica, y las sumás, efectivamente la economía supera a la inseguridad. Es una cuestión de cómo se defina la comunicación, si se respeta en cómo se traducen las opiniones de la gente".

En cuanto al humor social de los argentinos, expresó: "Hay muchas maneras de definir el humor social, pero hay tres aspectos que definen la realidad actual. En primer lugar, hay una enorme preocupación por la cuestión de la inseguridad, la cual desde hace nueve años es la mayor preocupación de los argentinos. Esto adquirió mayor visibilidad desde la cuestión del narcotráfico".

"La segunda preocupación tiene que ver con la cuestión económica, la inestabilidad, el miedo a perder el trabajo, el salario que no alcanza, la reducción del nivel de vida".

La tercer cuestión, agregó, es que hay "pesimismo e incertidumbre". "La gente sabe que el kirchnerismo se está acabando pero no se sabe qué es lo que viene. No se tiene ideas sencillas de lo que proponen los candidatos. Todo esto genera mucha desconfianza".

Sobre los candidatos presidenciables, el director de Poliarquía expresó: "Hay estabilidad en la preferencia de la gente respecto de los políticos que ven con mayor responsabilidad de cada proceso sucesorio, ahí está Massa liderando ya desde hace unos meses, desde que decidió confrontar con el kirchnerismo. Es un candidato de mucha jerarquía".

"En segundo lugar está Scioli, a pesar de la gestión, a pesar del desgaste permanente, tal vez por el efecto victimización. En tercer lugar, muy afirmado, Mauricio Macri, que no sólamente en los grandes centros urbanos sino también en las provincias donde no hay un armado fuerte del PRO, Macri tiene una presencia significativa".

A la par, la aparición de UNEN también mereció un comentario: "Y luego aparece una espacio que no tiene un candidato fuerte, pero como espacio tiene potencial electoral, digamos el radicalismo hacia la izquierda socialdemócrata, todos esos partidos con un armado acotado pero con influencia en términos de sus dirigentes, ahí hay un 25% de electorado potencial, que logran entrelazar una propuesta unificada de cara al proceso electoral. Acá aparecen Binner, Cobos, Lilita Carrió, pero ninguno capitalizando el potencial total".

¿Algún candidato potencial del kirchnerismo? "Aquí hay un enorme interrogante", respondió. "Si se respeta el calendario electoral, hacia junio del 2015, los candidatos tiene que presentar sus candidaturas oficialmente para las primarias que se harían en agosto. Estamos a un año y pocos meses que se comience el proceso sucesorio que en Argentina es largo: están las primarias, está el ballotage".

"Pero es difícil de responder si la Presidenta va a tener un candidato propio. (...) Hoy el PJ no necesariamente votaría a un candidato que se presente como continuidad de la Presidenta. El PJ, por lo menos formalmente, está apoyando más a Daniel Scioli que a cualquier otro gobernador o referente del kirchnerismo".

"De hecho, la falta de un candidato fuerte por parte de Cristina, es lo que vuelve a ella una líder con una influencia potencial bastante acotada. En su momento el Gobierno había apostado a una reelección. Eso, por supuesto, se frustró. Había dirigentes que tenían esperanzas en por ejemplo dirigentes como Amado Boudou. Pero obviamente esto no pudo lograrse por los escándalos de corrupción que lo involucran. Y además ninguno de los ministros es un fuerte candidato. Urribarri es conocido sólo por menos del 45 por ciento de la gente. No es de embergadura nacional".

"En la práctica, hoy lo que ves es lo siguiente, el proceso tiene tensiones pero sin grandes crisis, seguramente los candidatos instalados van a ser los que van a competir. Si por el contrario, entramos en un proceso más turbulento, similar al 2001 o a 1989, pero con fuertes tensiones, ahí puede haber espacio para que surjan otras figuras. De todas maneras, si esto sucede, la Presidenta va a tener aún menos poder", concluyó.