Las guías para viajeros alertan al huésped cuando los hoteles tienen precios exagerados o personal ineficiente. Tal vez, en pocos años, incorporen como advertencia que el hotel en el que planean dormir pertenece a un político. Las candidaturas, los debates parlamentarios y el día a día de la gestión parecen dejar lugar en la agenda de los políticos para decorar el lobby, elegir la calidad de las sábanas y achicar los costos del hotel para que una habitación doble sea rentable. Empresarios K, sindicalistas, ministros, secretarios, gobernadores y hasta el matrimonio Kirchner invierten tiempo y dinero en emprendimientos.
Los expertos señalan que el rubro hotelero es uno de los más usados para operaciones de lavado de dinero.
Los calafatenses. A fines del 2008, varios familiares y aliados de los Kirchner hicieron una “vaquita” para comprar Alto Calafate, una propiedad de 4.000 metros cuadrados valuada en 30 millones de pesos, según estimaciones de las inmobiliarias de la zona. El directorio de Hotesur, la sociedad anónima dueña del hotel, está formado por Osvaldo Sanfelice –socio de Máximo Kirchner en la inmobiliaria Negocios Inmobiliarios SA–, Romina de los Ángeles Mercado –hija menor de la ministra Alicia Kirchner y hermana
de la fiscal Natalia Mercado–, Patricio Pereyra Arandía –el marido de la fiscal–, Roberto Saldivia –el apoderado legal de Lázaro Báez, el empresario K–, y Alejandro Ruiz, un empresario dedicado al transporte de carga y accionista de “Prensa Libre”, un diario
de Lázaro Báez.
Por sus servicios, es considerado por las agencias turísticas como uno de los mejores cuatro estrellas. Tiene 103 habitaciones con precios populares para la zona: la noche en la habitación más simple cuesta 185 dólares y la suite más exclusiva, 303. Los nuevos
dueños introdujeron pocos cambios: el hotel mantuvo su tradicional y probada atención al huésped e incorporaron un blog para publicitar su buena reputación. Las inversiones K apuntan a negocios rentables.
La presidenta Cristina Fernández es una innovadora en materia hotelera: en el 2006 inauguró el hotel Los Sauces Casa Patagónica a pocos metros de su residencia en El Calafate y, desde entonces, custodia de cerca todos los detalles del servicio y la decoración. La inversión fue de 9 millones de pesos y no cualquiera puede dormir en Los Sauces. Una noche en una de las 38 habitaciones cuesta desde US$ 780 hasta US$ 1.500 por persona. Como empresaria, la Presidenta sabe lidiar con los gajes del oficio: el mes pasado, vio desde la ventana de su casa cómo el agua amenazaba su hotel porque –según los expertos– las obras del empresario K Lázaro Báez alrededor de la laguna Nímez no frenaron la crecida.
Además, la gerencia debe lidiar con las críticas de los huéspedes. “Muy caro para los servicios que brinda. El jacuzzi no funcionaba y el personal no cuenta con paraguas para que los huéspedes puedan atravesar el parque en un día de lluvia”, contó un neoyorquino que se alojó en el hotel.
Lázaro Báez adquirió en abril la hostería Las Dunas por 2 millones de pesos. Se trata de un lindo pero modesto hotel de tres estrellas y 12 habitaciones que cuestan entre 150 y 195 pesos. Por estos días, Austral Construcciones –la empresa de Báez– termina las refacciones en Las Dunas. “Fueron agradables y se preocuparon por hacer amena y confortable mi estadía. El paisaje que se observa desde las ventanas es espectacular”, cuenta una turista. Lázaro tiene mejor suerte con la evaluación de los huéspedes que la Presidenta.
Amigos de la familia. El Imago Hotel & Spa, también en El Calafate, pertenece a los Copetti, una familia cordobesa que se instaló en Santa Cruz y entabló una estrecha relación con los Kirchner. Raúl Copetti, amigo personal de Néstor y administrador de las finanzas del Frente para la Victoria en la era Kirchner como gobernador, construyó una propiedad de 11 millones de pesos que infringió normas municipales. El hotel figura a nombre de YAPA SA de Yanina y Pablo, los hijos de Copetti. Los vecinos aseguran que un tanque de efluentes cloacales en medio de la vía pública obstruye la circulación y en El Calafate aseguran que los muebles –al igual que los de Los Sauces– llegaron en el Tango 01 y que camiones de la municipalidad los llevaban hasta la obra.
Los huéspedes, que descansan ydesconocen la historia del hotel, están conformes porque destacan la atención y el diseño del Imago. Pero no todos son elogios. “El pan del almuerzo tenía moho. La recepcionista intentó explicar que era harina hasta que ella misma vio la parte azul del pan”, confesó espantada una turista londinense que durmió en el hotel y después se quejó en internet.
En enero del 2008 se reinauguró el Hotel Patagonia en Río Gallegos, que compró la familia Guatti-Girometti con un crédito del Banco Santa Cruz. Ángela Girometti y sus hijos son amigos de toda la vida de los Kirchner y accionistas de la constructora Esuco, una de las más beneficiadas por la obra pública del Gobierno. El hotel de cuatro estrellas tiene 85 habitaciones, un lobby de estilo moderno y un bar con ventanales a la calle. En el primer piso está el restaurante. Dicen los comensales que, a pesar de las pretensiones de la carta, se come mal.
Néstor Méndez, ex intendente de El Calafate, construye detrás de su casa un apart hotel para no ser menos.
Ricardo Barreiro, ex secretario de Kirchner y “gerente informal” de Los Sauces, el hotel del matrimonio presidencial, decidió invertir en Amaicha del Valle en Tucumán. Altos de Amaicha, el hotel boutique que maneja su esposa Mirtha Miroli, tiene sólo 8 habitaciones, pileta y jacuzzi. En el comedor, una barra idéntica a la de Los Sauces. Barreiro no pudo resistir la tentación de imitar el estilo de sus jefes.
Hotelería proletaria. Hugo Moyano, secretario general de la CGT y hasta el momento fiel aliado de los Kirchner, imitó la política hotelera de los “pingüinos” del sur. En el 2007, el gremio de Camioneros –liderado por su hijo Pablo– inauguró el “Hotel 15 de diciembre” en Mar del Plata. La empresa ACONRA, del grupo gestionado por su tercera esposa Liliana Zulet, seocupó de la remodelación y su suegro asumió como gerente. Los precios son populares y es exclusivo para afiliados de Camioneros (que pagan 100 pesos la noche) y para familiares (200 pesos). La semana pasada, el líder de la CGT también inauguró el camping
camionero “15 de diciembre”, a pocos kilómetros de Sierras de los Padres. El predio cuenta con una enorme pileta y un quincho. “Es para los turistas que traemos a nuestro hotel. Como allí no pueden hacer un asado, pueden pasar un día de campo en este lugar”,
explicó Moyano.
A mediados del 2008, Moyano refinó sus gustos hoteleros. Camioneros habría pagado US$ 2.800.000 por el hotel Revians en Pinamar, un lujoso establecimiento con 90 habitaciones, piscina con solárium y restaurante. A diferencia del hotel y camping “15 de
diciembre” de Mar del Plata, el Reviens nunca fue inaugurado públicamente por Camioneros. Pero la recepcionista confirmó a Noticias que los afiliados tienen descuentos, aunque se negó a informar cuáles. “Es la política del gremio, no podemos dar información”, explicó. Para los demás, el hotel cobra 760 pesos por una habitación triple y 435 pesos por una doble.
Omar “El Caballo” Suárez, el titular dirigente del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, tiene15 habitaciones, comedor, bar, quincho y DirectTV en una estancia de 17.000 hectáreas llamada “16 de agosto” en Puerto Madryn, Chubut. Es del sindicato, pero sólo las
disfrutarían Suárez y sus amigos. Él dice que su paraíso patagónico está abierto a los afiliados.
Juego y lujo kirchnerista. Dentro de pocos días, el empresario K del juego Cristóbal López inaugurará en Rosario un hotel-casino. El edificio de cinco plantas tendrá –además de la sala de juego– 186 habitaciones, varios restaurantes y un business center.
“El turismo está en el centro de nuestras políticas”, dijo el gobernador Misiones, Maurice Closs, en el acto en el que se presentaron las nuevas oficinas de la Subsecretaría de Turismo a fines del 2008. Dos días después, el mandatario estrenó el Amerian Portal Iguazú, el lujoso cinco estrellas familiar de 10 millones de dólares, según fuentes inmobiliarias del lugar. La sociedad Portal del Iguazú SA fue constituida en el 2008 y está integrada por Ramón Closs (padre del gobernador), Omar y Alicia Closs (sus hermanos). Moderno y con detalles autóctonos, tiene 102 habitaciones y un lujoso spa.
El fenómeno se repite en todo el país. Mientras los políticos se hospedan en el poder, los turistas duermen en sus hoteles.
