La dueña del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, ordenó una investigación que demandó seis meses para tomar la decisión, junto a sus hijos adoptivos, de si se presentaban al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), cosa que finalmente consumaron ayer Marcela y Felipe.
La pesquisa la encabezó el abogado y ex juez Gabriel Cavallo –abogado de Ernestina–, asesorado por la ex directora del BNDG, Ana María Di Lonardo.
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Si bien PERFIL lo anticipó en su edición de la semana pasada, ahora se conocieron más detalles. Según pudo saber este diario, la investigación demandó el cotejo de las fechas de adopción de Marcela y Felipe con sesenta expedientes de familiares de desaparecidos.