La primera vez fue en 2002. El entonces presidente Eduardo Duhalde buscaba un sucesor dentro del peronismo. El cordobés De la Sota no medía bien en las encuestas. Acudió entonces al gobernador santafesino, y se chocó con una negativa.
"Vi algo que no me gustó y que nunca diré", fue la única respuesta que esgrimió entonces Carlos Alberto Reutemann, ante la pregunta de la prensa de por qué no aceptó la candidatura presidencial. Candidatura que terminaría en manos de un hasta entonces ignoto gobernador patagónico llamado Néstor Carlos Kirchner.
Nunca se supo con exactitud de qué hablaba. Reutemann es un hombre reservado, de pocas palabras, enigmático y desconfiado, que sospecha hasta de sus aliados políticos más cercanos, según cuentan sus asesores. Una de las personas que conoce sus secretos es María "Mimicha" Bobbio, su ex esposa.
Tras el divorcio, Mimicha vive en Europa, donde se dedica a la pintura y la escritura. Desde noviembre de 2009, también vuelca sus pensamientos en su blog " Peticotas", al cual ella bautizó como "un espacio dedicado al fortalecimiento de los Valores Perennes que apunta a la importancia del Ser y no del Tener, en un contexto de permanente interacción entre familia, educación y cultura".
En ese blog aparecieron las primeras señales de alerta para Reutemann. “Directamente desde Europa hago saber al senador y a sus seguidores, en honor a la Verdad, a la cual defiendo como virtud primordial del SER, no aceptar más este juego inadmisible y solapado en el cual me veo envuelta. Si esto no finaliza, me encargaré de contar la Verdad, la cual por pudor y respeto he sabido callar", escribió en marzo Mimicha. Misteriosa como su esposo, nunca aclaró a qué verdad se refería.
Semanas después, la ex de Reutemann anunció que no visitaría la Feria del Libro en Buenos Aires, al argumentar que "vivo tiempos de incomprensión, necedad y codicia que hacen que me encuentre sumida en un calvario personal de amenazas y extorsiones espirituales que me impiden poder ir a Argentina".
Refugiada en Europa, Mimicha se niega a hablar con la prensa. Tampoco accede a contar de qué naturaleza son las "amenazas y extorsiones" que recibe, ni si provienen de sectores afines al senador santafesino.
Lo cierto es que las amenazas llegaron por internet. "Alguien" ingresó al blog personal de Bobbio y dejó varios mensajes contra su autora. "Sos una empastillada", "mala madre, abuela", "mitomana", "las revistas dicen la verdad de lo que sos" son algunos de los mensajes que aparecieron en su blog el 4 de abril.
Mimicha se encargó rápido de borrar esos artículos y repitió su advertencia "al senador y sus seguidores". Pero el 17 de mayo volvieron las amenazas: "¿quién te creés que sos?", "no tenes límites". También aparecieron mensajes sospechosos como: "¿Y si te cuento lo que paso en la cocina de la casa de Guadalupe? ¿Querés que cuente como te encontró Lole?".
La ex de Reutemann eliminó los artículos de los hackers de su blog. Sin embargo, los mismos pueden leerse si se utiliza un lector de feeds o RSS, que almacena todo lo publicado en una web, incluso si luego se borra.
Parece que Mimicha y Reutemann están en medio de una guerra fría, donde ambos conocen los secretos del otro y saben que el revelarlos puede destruir sus imágenes públicas. Tal vez sea esa certeza la que llevó al senador santafesino a renunciar otra vez a una candidatura presidencial por el peronismo disidente. Pero eso es algo que sólo ellos dos saben.
