La incertidumbre creció geométricamente durante la semana entre los principales decisores de negocios financieros y reales a medida que los enfrentamientos entre el ministro de Economía, Amado Boudou, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont y el responsable de la AFIP Ricardo Echegaray se multiplicaron a medida que la Presidenta Cristina Kirchner les aprobaba resoluciones para acorralar la fuga al dólar, que no eran consultadas en el equipo que la mandataria designó para monitorear la crisis, desde antes de las elecciones.
El método presidencial de tomar en soledad la decisión de quién es el ministro impulsa las peleas entre los funcionarios que traspasan los muros ministeriales en forma de rumores que confunden a banqueros y gerentes y que repercuten en la caída de depósitos y la presionan el tipo de cambio.
Juan Carlos Fabrega, mendocino, presidente del Banco Nación, con 43 años de historia en la entidad, fue el único que tiene acceso a Olivos que reconoció publicamente: lo que pasó en los últimos meses con la fuga de capitales no es un “indicativo”, de lo que pasará, afirmó el martes.
“Este es un momento post-electoral, en el que no se ha definido aún el gabinete. En pocos días más, la cosa quedará encaminada”, insistió.
PERFIL entrevistó a funcionarios con rango de secretarios de Estado, voceros y operadores políticos de las distintas líneas que pujan en esta lucha dentro del Gobierno. Como Néstor Kirchner les enseñó que “el que suena, suena”, pidieron el off the record.
Oficialmente el ministerio de Economía, de Planificación, de la secretaría de Comercio, de la AFIP y del Banco Central o rechazaron el pedido de este medio para conocer sus opiniones o no contestaron los llamados y correos de PERFIL.
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