Victoria Carolina Bereziuk, la seductora ex secretaria privada de Claudio Uberti y pasajera del avión en el que un ciudadano venezolano traía 800.000 dólares, se jactaba de su estrecha relación con el presidente de PDVSA, Rafael Martínez, y juraba que tendría trabajo asegurado en Venezuela, si decidía algún día migrar para las tierras de Hugo Chávez.
A quien quisiera oírla, “Vicky” repetía que tenía el celular del presidente de la petrolera estatal venezolana y que hablaba con él cada vez que quería. También se jactaba de que cada vez que llegaba a Venezuela, la trataban como a una reina.
“Vicky” Bereziuk nunca pensó que Uberti, el ex titular del Occovi, que tuvo que renunciar a raíz del escándalo de la valija, la iba a llevar tan lejos. En el último año la rubia, infartante y ambiciosa Bereziuk viajó once veces al exterior, casi siempre en jets privados, y recibía más regalos e invitaciones que Uberti.
Sin embargo, los empresarios que intentaron seducir a la joven de 29 años chocaron, casi siempre, con la férrea tutela de Uberti. “Él la celaba mucho. Ella le tenía que rendir cuentas”, dijo un funcionario cercano al ejecutivo.