El día de hoy fue, lamentablemente, histórico. Y lo fue porque no todos los días se presenta a declarar en calidad de imputado un Vicepresidente de la Nación. De hecho, nunca sucedió en los 161 años que transcurrieron desde la sanción de la Constitución Nacional.
El abordaje periodístico, como era de esperar, varió en relación al medio que se consultara. A nivel televisivo, tanto Todo Noticias, del Grupo Clarín, como C5N, de Cristóbal López, centraron la inmensa mayoría de su programación en cubrir Comodoro Py y Ezeiza, donde la Selección Nacional se prestaba a partir para Brasil.
En la gráfica, Clarín y La Nación pusieron en sus tapas matutinas que hoy se presentaba Amado Boudou ante el juez federal Ariel Lijo por el caso Ciccone. En Página/12, el hecho brilló por su ausencia, mientras que en Tiempo Argentino también fue el principal título, donde se afirmó que "cuando esté frente al juez, el funcionario apuntará a los antiguos dueños de la imprenta y cuestionará que no se investigue la pata financiera".
En mayor o menor medida, a lo largo del día los medios oficialistas obviaron hablar de la noticia política más importante, a no ser que haya algo más relevante que un Vicepresidente en ejercicio de su mandato declarando en calidad de imputado por una defraudación que incluye la fabricación de papel moneda.
Tanto esquivaron el tema desde la prensa oficialista -con la excepción del sitio Infonews- que, mientras el Vicepresidente de la Nación saludaba a los cinco micros de militantes que lo aguardaban en Comodoro PY, la TV Pública -que interrumpe la programación hasta cuando Cristina habla con la militancia- pasaba una receta de cocina mundialista.
Luego, durante el noticiero del mediodía del canal que pagamos entre todos, hicieron hincapié en que el Juez Lijo impidió la televisación de la declaración indagatoria. En 678, por la noche, fueron fieles a su estilo y afirmaron que "Lijo impidió al pueblo que viera la declaración del Vicepresidente".
Ya desde el último viernes, la prensa cercana al gobierno había fijado la actitud a adoptar, al presentar como invitado al mismísimo Amado Boudou, quien fue a defenderse de un modo bastante tosco, al atacar al juez federal Ariel Lijo y a la prensa "hegemónica y corporativista". Al igual que el relator Victor Hugo Morales, Boudou aseguró que Lijo será juez federal, pero también es un empleado más de Héctor Magnetto. Hoy, en 678 reflotaron esa afirmación, para luego acusar a los medios opositores de "sentenciar mediáticamente".
La emisión del prime time de la TV Pública no dedicó más de 10 minutos a defender al Vicepresidente con el mismo estilo del viernes -un informe de contradicciones de periodistas de Clarín- y rápidamente abordó el análisis de "porque los medios neoliberales lograron que la mitad del pueblo brasilero no quiera que su Selección gane el mundial". Dedicaron tanto tiempo a defender a Boudou como el que destinaron los militantes que le hicieron "el aguante" al Vicepresidente en la puerta de tribunales, quienes para la merienda ya estaban en sus casas.
Quienes sí esperaron al Vicepresidente en las escalinatas de los tribunales federales de Comodoro Py fueron los periodistas, a los que Boudou les aseguró que "aclaró todos los puntos". Casi de modo automático, los medios oficialistas se hicieron eco de que el Vice estuvo en una indagatoria y fustigaron al Juez por impedir la televisación de una declaración. Luego, Boudou prometió que las 30 fojas de su declaración testimonial estarían disponibles en su muro de Facebook cuanto antes, lo cual ocurrió, pero de un modo tan ilegible que no sirvió de nada. Luego, volvió a subirlo, pero de un modo correcto.
Al igual que el viernes en 678, Amado Boudou utilizó su cuenta de Twitter para repetir las acusaciones contra los medios no alineados al Gobierno. En la mañana de este lunes, los mensajes habían desaparecido, borrados por su autor.
Entre los enemigos señalados por el Vicepresidente obran "los medios hegemónicos" -entre los que, supuestamente, se encuentra este sitio-, los interesados en que a este gobierno le vaya mal y hasta el mismísmo expresidente Eduardo Duhalde, quien no aparecía entre los culpables señalados por el kirchnerismo desde los saqueos de diciembre de 2012.
En los hechos, ninguno de los medios oficialista, ni el propio Amado Boudou, dedicaron un minuto de aire para explicar y aclarar los motivos por los cuáles el Vicepresidente estaba vinculado al caso, ni por qué era citado a indagatoria. No se habló de The Old Fund, de la negociación de la deuda pública de Formosa, de la expropiación de Ciccone Calcográfica, de las presiones denunciadas por la familia Ciccone, de la reunión de Boudou con los heredereos de la firma, del entredicho por escrito en un expediente administrativo entre el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Ricardo Echegaray, y el ministro de Economía que intervino en la operación Ciccone, o sea, Amado Boudou, ni de por qué ese ministro de Economía no aceptó la recomendación de su Técnico Legal y Administrativo, quien le pedía que no interviniera en el caso.
Tampoco explicó por qué el departamento en Puerto Madero que fue allanado en 2012, estaba a nombre de Boudou y las expensas figuraban a nombre de Alejandro Vandenbroele, representante de The Old Fund.
En su arremetida contra la justicia y el periodismo no aliado, Boudou obvio aclarar -también- la situación de José María Nuñez Carmona, quien aparece en todos los emprendimientos que tuvo Boudou antes de ser vicepresidente, y -justo- está involucrado en el caso de la imprenta Ciccone.
Un Vicepresidente, un programa de televisión financiado con el aporte de todos, varios diarios, otros tantos sitios online y distintas emisiones radiales, no intentaron, no supieron, no quisieron aclarar las cosas, sino manchar al que las comunicaba. En lugar de rebatir el mensaje, resultó más fácil matar a los mensajeros por "linchar mediáticamente" a Boudou. Como si se pudiera obviar, durante este fin de semana del Día del Periodista, que un Vicepresidente en ejercicio es citado a indagatoria.
(*) de la redacción de Perfil.com