Los responsabilidad de la muerte a balazos de plomo del ciudadano paraguayo Bernardo Salgueiro, de 22 años, y de los inmigrantes bolivianos Rosemary Cupeña (28) y Juan Castañeda Quispe (39) apuntaría a los fusiles de los agentes de la Policía Federal que la semana pasada reprimieron la toma del predio de Villa Soldati, según sospecha la investigación a cargo fiscal de Instrucción porteño Número 24, Sandro Abraldes.
Fuentes judiciales señalaron a Perfil.com que al menos tres testigos coincidieron que en el caso de Salgueiro y Rosemary, muertos el martes 7 de diciembre, el primer día de los incidentes, los disparon habrían provenido de uniformados de la Federal. Si bien esa fuerza negó el uso de balas de plomo -sólo reconoció las de goma- la posición de las fuerzas respecto a las víctimas la dejan más comprometida que a la Policía Metropolitana.
El caso de Salgueiro es el que deja menos dudas. El joven murió de un balazo de 9 milímetros en el abdomen. La autopsia señaló que el arma disparó el proyectil de forma frontal y que éste rebotó en algún objeto antes de impactar en el cuerpo de Salgueiro, de acuerdo a la pericia que realizó Gendarmería. En ese momento, la víctima estaba manifestándose a pocos metros de los efectivos de la Federal que se encontraban tanto arriba como abajo del Puente de Escalada de Villa Soldati.
Los efectivos de la Metropolitana también estaban situados sobre ese puente, pero el balazo de plomo no se originó de un ángulo superior sino "que la víctima y el victimario estaban enfrentadas", indica el informe de los gendarmes. Por eso la fiscalía sospecha de la Policía Federal y no de los agentes de Mauricio Macri.
"Los testigos supieron distinguir entre los agentes de unos y otros, y todos coinciden que las balas de plomo fueron disparadas por la Policía Federal", indicó una fuente del Ministerio Público porteño a Perfil.com. "De todos modos, aún no descartamos la hipótesis del arma tumbera", advirtieron.
¿Bala perdida? Rosemary Cupeña falleció poco después, pero ella no se encontraba entre los ocupantes que enfrentaban a la Policía, sino que estaba a unos 300 metros, subida a un pilar de la Autopista Cámpora, a la altura de la calle Castañares. En este caso, podría haber sido una bala perdida del choque entre okupas y los uniformados. El disparo de arma de plomo le entró por la axila.
Tercer caso. En cuanto a Juan Castañeda Quispe, que falleció el viernes por el violento accionar policial, hay un solo testigo que declarará en principio mañana. El ciudadano boliviano murió de un tiro en el tórax que lo atravesó. Las fuerzas bajo la órbita del Ministerio de Justicia y Seguridad también están bajo sospecha.
