La historia del arma con la cual Emilio Quiroz disparó a mansalva durante los disturbios ocurridos el asado martes durante el acto en el cual se realizaba el traslado de los restos del ex Presidente Juan Domingo Perón, finalmente tuvo su final feliz y llegó a destino, es decir, a partir de esta tarde quedó, -como su dueño-, en manos de la Justicia.
La aparición de la pistola Bersa 9 milímetros Mini Thunder se había convertido en un verdadero misterio porque, cuando todos creían que el "pistolero" se había entregado ayer junto con su arma, de buenas a primeras, hoy la fiel compañera de Quiroz, "estaba desaparecida".
Tal vez, durante la mañana, el tema no cobró demasiada trascendencia, pero por la tarde la famosa “entrega del arma” pasó a ser uno de los temas excluyentes en cada noticiero y en cada resumen de noticias de las radios.
Inclusive, desde perfil.com se mantuvo una comunicación con el juez de Garantías César Melazo en la cual el magistrado sólo confirmó que “en el momento de la indagatoria, el arma no fue entregada” mientras que derivó a la Fiscalía la responsabilidad de responder acerca de la pistola.
Pero allí tampoco sabían del paradero del arma de Quiroz. El siguiente llamado fue entonces al abogado defensor del “pistolero” , Daniel Llermanos, quien tampoco pudo aportar datos porque estaba “en una reunión”.
Horas más tarde y sorpresivamente, Llermanos se dirigió hacia los tribunales de La Plata y entregó a la Justicia la, a esta altura, famosa arma de Quiroz .
Finalmente y luego de casi dos jornadas llenas de misterios, la pistola Bersa 9 milímetros Mini Thunder, propiedad de Quiroz, ya está en manos de la Justicia y será periciada en los próximo días. Qué así sea.