Una de las primeras cosas que embalará Mauricio Macri cuando se mude a su futuro despacho del tamaño de un departamento de tres ambientes –91 m2– en el Distrito Cívico podría ser el retrato de Arturo Frondizi, que lo acompaña desde que llegó a la gestión. Quizá también mude su colección de música clásica, que lo relaja entre reuniones.
Según los anteproyectos que se presentaron esta semana para el desarrollo de la nueva sede gubernamental en Barracas, el Jefe Comunal tendrá una oficina de 198 m2 con cuatro despachos para secretarias privadas de 42 m en total y otros dos de 22 m2 para secretarias “preprivadas”.
Tendrá acceso exclusivo desde el estacionamiento –a través de un ascensor vip– y conexión directa a su comedor privado de 64 m2. Además, según el proyecto que resulte ganador a mediados de abril, podrá sumar un “balcón terraza” con vista hacia la Plaza Central, en el corazón de lo que será el Distrito Cívico, que estará listo, según el Gobierno, en dos años.