POLITICA

La oposición ayudó al kirchnerismo con el quórum para aprobar la "Nueva SIDE" en el Senado

El oficialismo contaba con sólo 37 miembros, pero un senador del Peronismo Federal ayudó a iniciar el debate. Quiénes fueron los que votaron en contra. Galería de fotos

La mayoría de los legisladores de la oposición no estuvieron presentes en el Senado nacional.
| DyN.

El kirchnerismo logró hoy en el Senado de la Nación media sanción a la Ley de inteligencia propuesta por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en una asamblea donde la oposición brilló por su ausencia. Sin embargo, el peronismo federal fue clave para que el oficialismo pueda dar inicio al debate.

A las 14.15, se consiguió el quórum con 38 senadores para dar inició a la sesión: 30 de los 32 propios al oficialismo –no estaba ni la salteña María Cristina Fiore Viñuales ni la bonaerense María Laura Leguizamón– junto a tres representantes por Santiago del Estero: Gerardo Zamora y Ada Iturrez de Cappellini (Frente Cívico por Santiago) y Gerardo Montenegro (Frente Popular).

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Según informa DyN, a ellos se sumaron cuatro aliados: Carmen Crexell (MPN), Roxana Latorre (Santa Fe Federal), María de los Angeles Higonet (PJ La Pampa), el correntino José Roldán (Frente de Todos). Cuando faltaba uno, apareció el legislador fueguino Jorge Garramuño (integrante del MPF, del inter-bloque Federal) para completar, de modo ajustado, la cifra.

Sin embargo, Garramuño no estuvo en la votación, que terminó 38 a 7 a favor la iniciativa K. Los siete que se mostraron en contra fueron Adolfo Rodríguez Saá, Liliana Negre de Alonso, el salteño Juan Carlos Romero, la chubutense Graciela Di Perna, el sanjuanino Roberto Basualdo, el neuquino Guillermo Pereyra y el santafesino Carlos Reutemann.

Ni la UCR, ni el PRO y ni el FAP participaron del debate y optaron por quedarse en el Salón Azul, donde se realizaba la audiencia púbica vinculada a la muerte del fiscal federal Alberto Nisman.

La puntana Liliana Negre de Alonso fue la primera en mostrarse en contra del proyecto, al considerarlo una “hipocresía institucional” ya que “la agenda de la República Argentina es otra”. “Se piensa que con una ley se va a tapar el magnicidio sufrido por todos los argentinos”, afirmó.

La chubutense Graciela Di Perna también hizo referencia al caso Nisman y agregó por su parte que “si este hecho trágico no hubiera ocurrido hoy no estaríamos sesionando”. El legislador por San Juan Roberto Basualdo enfatizó que “no importa el nombre si no cambia el funcionamiento y actitudes del organismo” y manifestó que “cualquier comisión bicameral de control debe ser controlada por la oposición en su mayoría y presidencia”.

Por otra parte, el senador por Neuquén, Guillermo Pereyra, sostuvo que “primero habría que investigar la denuncia que tenía preparada el fiscal Nisman y darle prioridad a definir las causas de su muerte”. El salteño Juan Carlos Romero expresó que desde el Gobierno “once años tardaron en darse cuenta que había que meter mano en ese lugar”.

El jefe del Interbloque Federal, Adolfo Rodríguez Saá, comparó la propuesta oficial con “el gatopardismo o lampedusismo: Cambiar todo para que no cambie nada” argumentando que “mantiene en la ley los mecanismos que han permitido los procedimientos corruptos en todos los tiempos”. Aprovechó también para compararlo con la muerte de Nisman ya que existen “sospechas de que una facción del servicio de inteligencia ha tenido algo que ver”.