El gobierno nacional logró hoy franquear la débil barrera que la oposición interpuso, a partir de la prorroga de las facultades delegadas, lo que implica la continuidad de los porcentajes de retenciones -en particular a la soja- hasta ahora dispuestos por la Casa Rosada.
Pese al triunfo electoral del 28 de junio pasado, la oposición no logró hilvanar una ofensiva, en comunión con el campo, que permitiera negociar -tal como los reclamaban los dirigentes agropecuarios- una rebaja a las retenciones.
Al kirchnerismo le alcanzó con acceder a los pedidos de los diputados de centroizquierda, para ganar la votación.
Sin embargo, la principal artífice de la superación de ese escollo fue la oposición. Sumergido en devaneos internos y peleas por los protagonismo en el lejano 2011, la coalición de fuerzas con el nombre de Acuerdo Cívico y Social que se erigió en la principal oposición al gobierno tras las elecciones legislativas, no logró consolidarse como alternativa.
Las discrepancias en torno a la convocatoria del diálogo realizado por el gobierno desnudaron las diferencias entre Elisa Carrió y el resto, esto es, Julio Cobos, Hermes Binner y un sector importante del radicalismo. Incluso, el futuro inmediato podría reflejar el alejamiento de Margarita Stolbizer de la Coalición Cívica, si Carrió y sus seguidores insisten en recriminarle a Stolbizer haber asistido a la reunión con el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
En tanto otra de las aristas opositoras, Unión PRO, no consiguió aún traducir en la práctica su performance en las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Haber derrotado a Kirchner no le significó a Francisco de Narváez y Mauricio Macri una andanada de adhesiones y acercamientos por parte de dirigentes del peronismo disidente.
"El peronismo nunca irá a los pies de nadie, son ellos los que tienen que venir", explicaba un dirigente histórico del PJ, que ve con buenos ojos una alianza con De Narváez y Macri, pero que nota una "falta de tacto" político al momento de construir. Sin embargo, la victoria que conseguía esta noche sobre la prórroga de las facultades delegadas no logra esclarecer el panorama del gobierno nacional. Las idas y venidas sobre los subsidios a los servicios públicos, intentando desvanecer el enojo de la ciudadanía, no es más que un llamado de atención respecto del corto plazo.
"Ellos pueden tomar esta decisión pero con la caída en la recaudación, la baja de la actividad económica, los compromisos de la deuda, la falta de inversión y de financiamiento y la continuidad de este Indec, esto en pocos meses se va a recrudecer", alertó un dirigente radical.
Pese a la perspectiva negativa, Cristina Fernández ha deslizado en privado, durante su gira por Ecuador y Venezuela, que no está dispuesta a negociar las retenciones. Aunque el escenario es distinto al del año pasado, con una dirigencia agropecuaria desgastada por la falta de resultados e incapaz de recrear una tensión social como la que llevó a muchos legisladores a cambiar su voto y rechazar la resolución 125, el Poder Ejecutivo pareciera fabricar enemigos que, incluso a veces, hasta le ganan la pulseada.
(*) Agencia DYN