El juicio más grande de la historia de Córdoba finalizó este jueves al mediodía, con la sentencia a condena a prisión perpetua para 28 de los imputados por delitos de lesa humanidad, cometidos durante la última dictadura cívico-militar.
Una vez conocido el fallo, varios exmilitares, junto a sus familiares y amigos, emprendieron contra los familiares de las víctimas de la represión ilegal y dirigentes sociales, con insultos y gestos poco amigables. Al retirarse, además, miraron desafiantes a Jaime Díaz Gavier, juez de la causa a quien tildaron de “corrupto”.
José Arnoldo López, alias “Chumbi”, ex personal civil de inteligencia del Ejército, fue uno de los represores más enfurecidos: levantó su brazo e insultó a los familiares presentes en la sala. De inmediato la tribuna emprendió con cánticos: “Cómo a los nazis les va a pasar, a dónde vayan los iremos a buscar” y la respuesta del ex represor fue contundente: “Nosotros también”.
No fue el único momento de tensión que se vivió en la soleada mañana cordobesa. Horas antes y previo a la sentencia Cecilia Pando cruzó a Estela de Carlotto en el hall de audiencias del lugar y la increpó a los gritos frente a la prensa solicitándole que “luche por los derechos de todas las víctimas de terrorismo”. La titular de Abuelas prefirió no contestar y seguir su camino sorprendida por el incidente. Familiares de víctimas se mostraron indignados con la presencia de Pando y calificaron el hecho como una “tremenda provocación”.