En forma preocupante, los reclamos salariales de los miembros de las fuerzas policiales se extienden por varias provincias. A los violentos saqueos en Córdoba a causa de la huelga policial, le siguieron los enfrentamientos entre la gendarmería y la policía en Catamarca, una protesta de un grupo de efectivos en Neuquén quienes tomaron la Jefatura de Policía y una amenaza de autoacuartelamiento de los uniformados riojanos. Ante el inquientante antecedente de Córdoba, tanto la gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, como el ministro de Economía de Neuquén, Omar Gutiérrez se apuraron en presentar contraofertas a sus correspondientes fuerzas policiales. Sin embargo, la Policía de Neuquén rechazó el ofrecimiento de aumento salarial, insistió en reclamar un básico inicial de 12.000 pesos y resolvió extender el paro por tiempo indeterminado.
La propuesta del funcionario neuquino, que mejoraba el sueldo de un agente ubicado en la menor categoría a un básico de 8.000 pesos, fue rechazada por los efectivos. El propio Gutiérrez había asegurado que "era el máximo esfuerzo que puede hacer la Provincia".
Por otra parte, si bien la gobernadora catamarqueña admitió que es "imposible" para la Provincia aceptar el pedido de aumento que reclama parte de la Policía, realizó una nueva oferta, que supera la última que habían rechazado los uniformados, pero que no alcanza los 10 mil pesos que reclaman. Pese a ello, Corpacci aseguró que la seguridad "está garantizada por la Gendarmería y la Prefectura".
Corpacci aclaró que "no está toda la policía involucrada en el reclamo", y dijo que "el aumento que exigen es imposible económicamente, por más que uno quiera darle este monto".
Según se conoció, la nueva oferta del gobierno provincial es de un piso de 8.170 pesos de básico para los agentes, aumentando según el escalafón, propuesta que los uniformados analizaban esta noche.