La relación entre el presidente Mauricio Macri y Hugo Moyano sigue siendo un tema clave para la gobernabilidad de Cambiemos. Tras el acuerdo salarial de Camioneros, tres ejes de disputa continúan tensando una relación que promete más conflictos.
Si bien hace un mes que no hablan de manera directa, Moyano suele conversar semanalmente con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, a quien le lleva sus pedidos: desde fondos para obras sociales pasando por cuestiones administrativas de su gremio y el de sus aliados. “Hugo tiene una dinámica propia, él siempre pide más”, lo describe un funcionario nacional de origen peronista.
De todas formas, los tres ejes de disputa en los que trabaja el Gobierno son la unidad de la CGT, la conducción de la AFA y la cuestión política.
En el marco de la unidad de la CGT, Triaca viene impulsando una futura unidad de las centrales obreras. Para Macri, explican en el Gobierno, sería más sencillo negociar con uno o, a lo sumo, con un triunvirato. Hoy la dispersión de centrales obreras en muchos casos complica los acuerdos ante un conflicto. En ese contexto, en el macrismo afirman que, a pesar de la crisis económica, las manifestaciones en contra han sido acotadas y recuerdan cómo Moyano, pero también Antonio Caló y Luis Barrionuevo se negaron a sumarse a una marcha contra el veto de la ley antidespidos. Hoy en el Gobierno creen que la unidad se dará el año que viene y podría coincidir con la reformulación de un peronismo golpeado por los casos de corrupción del kirchnerismo. ¿Habrá un sindicalismo PRO? Por lo pronto, con que el nivel de conflictividad sea mínimo se conforman en el Ejecutivo.
En cuanto al fútbol y la apetencia del camionero de liderar una nueva fase de la AFA, en el macrismo creen que el Presidente vetó a Moyano por dos motivos: en primer lugar, porque considera que debe haber una renovación y en segundo lugar porque, según cuentan en la Casa Rosada, “pensó que podía ser el elegido sin cerrar con el Gobierno”. En este marco, ya hubo interlocutores que le acercaron un plan B: que él pueda dar el aval a un nuevo presidente de la AFA que no sea ni Marcelo Tinelli ni Claudio el “Chiqui” Tapia, su yerno y presidente de Barracas Central.
En último lugar, y sobrevolando los dos primeros ejes, está la cuestión netamente política. En ese aspecto, Moyano padre ya escuchó las quejas por las actitudes que tomaron sus hijos Facundo y Pablo. En el primer caso, el diputado nacional que tributa a Sergio Massa se opuso tajantemente al veto a le ley antidespidos y, según creen en el macrismo, está buscando la unidad de la CGT para que se encolumne detrás del líder del Frente Renovador. En el caso del secretario adjunto de Camioneros le pasan factura por su temperamento y, a veces, sus decisiones.
Mientras, el Ministerio de Salud inició un plan de saneamiento para comenzar a devolver los más de $ 26 mil millones de deuda para las obras sociales de los sindicatos, un histórico reclamo gremial.