“Es una situación muy especial”, dijo el juez Oyarbide cuando PERFIL lo consultó luego de la denuncia de supuesto pedido de coima en su nombre. Los policías que trabajan con el magistrado habían dicho durante el allanamiento: “Solamente respondemos al doctor Leiva y a Su Señoría exclusivamente”, según consta en la denuncia judicial.
El magistrado se mostró molesto y nervioso ante la consulta, y respondió con pocas palabras.
— Los miembros de la Federal que están denunciados son su equipo de confianza, ¿seguirá trabajando con ellos?
—Está interviniendo Asuntos Internos –dijo mientras caminaba hacia el ascensor en Tribunales.
—El día de la denuncia usted despidió a la mano derecha de su secretario Leiva. ¿Por qué la despidió?
Oyarbide nunca contestó. El juez apretó el botón de “CP” (“cerrar puerta”). Carlos Leiva se negó a hablar con este diario.
Luego del allanamiento que desató el escándalo, Oyarbide llamó al empresario Greppi y lo citó en su juzgado, como contó ayer este diario. Greppi reveló que el juez le puso custodia. “En la puerta del juzgado estaba el subcomisario Ascona. Oyarbide me dijo: ‘Le voy a pedir que salga por la puerta del costado porque está Ascona que me quiere ver y no lo voy a recibir’”.
Ascona es el subcomisario que dirigió el allanamiento en el que un miembro de la brigada de la Difoc pidió 2,5 millones de pesos para parar el procedimiento