Desde diciembre, la Unión Cívica Radical tiene un nuevo presidente, Mario Barletta, que busca una etapa de recomposición del partido y nuevas alianzas electorales. Así lo dejó entrever el propio Mario Barletta, ex intendente de Santa Fe y flamante conductor del radicalismo.
"Tenemos que insistir en reunir a las fuerzas afines. Para las últimas elecciones no pudimos materializar un acuerdo con el socialismo y el GEN. No importa cuáles fueron las razones. Yo personalmente voy a seguir trabajando para eso. No sé qué postura tomará la UCR", explicó Barletta a la prensa.
Una de sus primeras medidas fue convocar informalmente a todos aquellos que se alejaron de la UCR y formaron sus propios partidos o se unieron a otras fuerzas de la oposición. Entre los invitados estaban Elisa Carrió y los santafesinos Pablo Javkin y Carlos Comi, pero el único que se mostró interesado fue Ricardo López Murphy.
No fue casual la mención al los partidos que componen la columna vertebral del Frente Amplio Progresista: el Partido Socialista y el GEN, corriente radical de Margarita Stolbizer. Barletta intenta responder a las exigencias de las fuerzas que lo acompañaron a la presidencia, como la Liga de Intendentes Radicales encabezada por los mandatarios electos de Córdoba y Mendoza, que pidieron debatir las alianzas electorales dentro del partido para lograr mayor coherencia, luego del fracaso de las alianzas con Ricardo Lavagna en 2007 y Francisco De Narváez en 2011.
Desde el FAP ven con buenos ojos el liderazgo de Barletta en la UCR. Alicia Ciciliani, diputada nacional por esa fuerza, dijo a Perfil.com que “en Santa Fe gobernamos juntos, no me extraña que Barletta lo valore. Él tiene un gran desafío, conseguir que todo el radicalismo, o la mayoría, democraticamente definan que esto es bueno para el partido".
La dirigente, además dejó la puerta abierta para discutir un pacto con la UCR: “Si queremos construir una opción de gobierno, necesitamos incorporar a todas las fuerzas progresista que adhieran a nuestro programa”.
“La mayor parte de su campaña a gobernador, sobre todo para las primarias, la hizo con su imagen al lado de la de Binner, poniendo en su leyenda una frase respaldo a la candidatura a presidente. Él siempre pensó que Binner debía ser presidente de los argentinos, y lo resaltaba en su campaña”, recordó Ciciliani.
Un hombre de alianzas. La elección de Barletta fue una señal clara de que el radicalismo busca una alianza con el Frente Amplio Progresista (FAP). Luego de dirigir la Universidad del Litoral, Barletta llegó a la intendencia de Santa Fe en la lista del Frente Progresista Cívico y Social que llevó a Hermes Binner como gobernador.
En su trayectoria política, Barletta siempre reforzó su imagen de socio crítico de Binner: concuerda en la mayor parte de sus políticas de gobierno, pero no duda en impulsar internas cuando siente que el Partido Socialista deja de lado a sus socios de la UCR en las negociaciones.
Barletta, además, llegó a la presidencia del radicalismo con el aval de la mayoría de los grupos internos del partido a nivel nacional. En tiempos de campaña se mostró con todos los posibles presidenciables: acompañó en recorridas por Santa Fe a Ricardo Alfonsín, Julio Cobos y Ernesto Sanz, siempre destacando el rol de su partido por encima de los nombres de ocasión. En su provincia, tracciona intendentes y concejales, y sólo un grupo minoritario criticó su postulación.
“Desde el final del mandato de Raúl Alfonsín, el radicalismo empieza a decepcionar por no estar a la altura de las circunstancias. Se necesita una reacción muy importante para que sea un partido moderno y profesionalizado. Estamos pasando un buen momento pero no estamos pensando en una estrategia a futuro”, fue una de las duras autocríticas que lanzó en sus primeros días como presidente, afirmándose como un espacio crítico a sus predecesores pero confiado en el futuro.
(*) Especial para Perfil.com