La investigación sobre la muerte de Alberto Nisman se orientó en las últimas horas a determinar si el ex empleado informático de la UFI-AMIA, Diego Lagomarsino, tenía un juego de llaves del departamento del edificio Le Parc, donde vivía el fiscal, en el barrio porteño de Puerto Madero.
Esta línea de investigación fue sugerida por la ex mujer de Nisman, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, querellante en la investigación que lleva adelante la fiscal penal Viviana Fein, según las fuentes judiciales a las que accedió DyN.
Arroyo Salgado se presentó el lunes por la tarde ante la fiscal Viviana Fein y expuso sobre una serie de circunstancias relacionadas con lo que ella considera son causas vinculadas a la muerte de Nisman y su teoría del homicidio.
Sin imputar formalmente a Lagomarsino, Arroyo Salgado sugirió que la relación que el experto informático mantenía con Nisman era más cercana de lo que él mismo declaró en el expediente e, incluso, sostuvo que tenían un grado de confianza mutua que hasta permitiría suponer que podían tener intereses económicos en común.
Arroyo Salgado hizo hincapié en un episodio que figura en el expediente, en el que Lagomarsino habría accedido al departamento de Nisman, pese a que el fiscal no se encontraba en el lugar, pues estaba reunido con la diputada del PRO, Patricia Bullrich, analizando cuestiones vinculadas con la presentación que debía hacer ante el Congreso el lunes posterior a que fuera hallado sin vida.
En el relato del hecho, que figura en el expediente, no queda claro de qué manera habría accedido Lagomarsino al departamento de Le Parc.
Las fuentes judiciales aseguraron que Arroyo Salgado en ningún momento dijo que "a Nisman lo mataron por plata", ni sindicó un "móvil económico", como causa del supuesto "homicidio" del fiscal. Sin embargo, deslizó la posibilidad de un vínculo económico entre Nisman y Lagomarsino, más allá del contrato que vinculaba al técnico informático con la UFI-AMIA.