Las asimetrías de la educación porteña

La Ciudad de Buenos Aires para muchos la "meca" educativa del país, tanto por su oferta escolar, cantidad de matrícula y docentes en estrechos radios y supuesta calidad respecto a otros distritos, es una jurisdicción que exhibe y hasta esconde graves déficit de servicios educativos en zonas pobres.

El poco difundido deficit de escuelas públicas y privadas se localiza en zonas en las que creció geométricamente la matrícula escolar, especialmente en el sur de la Ciudad. Eso genera en los chicos de Pompeya, Mataderos, Bajo Flores, Lugano y otros barrios del sur asimetrías educativas respecto a los de otras zonas.

Por un lado, los que tuvieron la fortuna de conseguir lugar en alguna escuela próxima a su barrio padecen el hacinamiento en las aulas, y aquellos que no tienen vacante, sufren las desigualdades junto a sus familias de no tener derecho a elegir el establecimiento y estudiar en otro barrio.

En algunos casos, por la larga espera, algunos chicos llegan al punto de ingresar directamente al nivel primario sin haber tenido la experiencia del nivel inicial o jardín de infantes, sin haberse socializado ni aprestado con los nuevos conocimientos y tecnologías.

Para el grueso de la gente, la educación porteña se ciñe solo a las emblemáticos e históricos Normales, a la tecnológica Otto Krause, a los colegios preuniversitarios -Nacional de Buenos Aires y Carlos Pellegrini- a las escuelas céntricas, precisamente a las que más "apuntaron" los flashes y cámaras desde siempre.

Pero de la "periferia", de esa suerte de conurbano porteño, de eso, no sólo no se habla, sino que además poco se invierte y atiende históricamente. El defensor Adjunto del Pueblo de la Ciudad Gustavo Lesbegueris atribuyó estas desigualdades a "la subejecución del presupuesto educativo durante el periodo 2002/2006 en que prácticamente no se construyeron edificios escolares en la zona".

Según el Defensor hay "6.000 niños y niñas que no consiguen vacantes en jardines de infantes y escuelas primarias de la zona sur de la Ciudad" y agregó que el 72% de los alumnos que se encuentran en lista de espera son de esos barrios.

El problema más alarmante es el distrito 21, que abarca el Bajo Flores donde hay 9.600 alumnos repartidos en solo 14 escuelas, mientras en el distrito 10, que cubre los barrios de Belgrano y Nuñez hay una matrícula de 6.200 alumnos ubicados en 23 escuelas de gestión estatal.

Desde el sector docente, el titular de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y secretario Adjunto de CTERA Francisco "Tito" Nenna lanzó elípticamente días pasados una advertencia a los próximos conductores del ministerio de Educación de la Ciudad, que encabezará Mariano Narodowski.

En el marco de un fuerte paro que cumplió la poderosa entidad docente junto a otros 13 sindicatos y la advertencia que la educación porteña "está en alerta rojo", Nenna hizo sus reclamos.

Pidió un piso de 30% de aumento de presupuesto y la inclusión de la pauta salarial docente; un 20% de incremento en el sueldo de los maestros; inversión en infraestructura escolar y subsidios para las cooperadoras.

"Frente a la situación de las escuelas tendrá que haber soluciones; los nuevos funcionarios tienen que tener en cuenta el crecimiento vegetativo de la matrícula en la Ciudad y la falta de establecimentos para albergar a esa cantidad de alumnos" aseveró el dirigente.

También subrayó -por las dudas- que "es responsabilidad del Estado de sostener la educación pública y de garantizar las condicones de enseñanza y aprendizaje y del trabajo docente, que incluye lo salarial".

Pero además cuestionó que sean las "futuras autoridades las que discuten el presupuesto 2008, cuando debería hacerlo el gobierno actual", en relación a la gestión de Jorge Telerman.

Lo cierto es que Narodowski ya está recorriendo por estos días despachos y oficinas para "empaparse" de las pocas alentadoras noticias que le esperan.

Entretanto arma su gabinete, en el que según versiones, incluirá a un parlamentario de educación del PRO y un gerente administrativo del Club Boca Juniors.