"Hay que respetar a los que nos pegan", dijo la Presidenta para apoyar a uno de los más acérrimos defensores del modelo K. La de ayer no fue la primera vez que Carlos Kunkel fue partícipe de un hecho polémico en la Cámara de Diputados. Pero el legislador al que CFK apañó en un acto, suma antecedentes, tiene fama de "gritón" y costumbre de descalificar a sus adversarios políticos.
Kunkel suma al menos dos antecedentes que, aunque no llegaron a la agresión física como en el encontronazo de ayer con Graciela Camaño en el medio de las denuncias de presiones para tratar el Presupuesto 2011, marcan el temperamento provocador del ultrakirchnerista, dispuesto a todo para defender al oficialismo. El primero de los hechos fue contra Felipe Solá durante el conflicto por las retenciones móviles.
Traidor. Año 2008. Durante la madrugada en la que se votaba la polémica resolución 125 en el Congreso, Solá argumentaba contra el proyecto de retenciones móviles que el Gobierno nacional había enviado al Parlamento. Sentado detrás de él estaba Kunkel que le gritaba "traidor hijo de puta" en reiteradas ocasiones. Solá siguió con el debate y la cosa no pasó a mayores.
El segundo de los episodios fue con el radical Juan Pedro Tunessi en marzo de este año, en el inicio de las sesiones parlamentarias. El hombre de la UCR hablaba en Diputados. Kunkel quería interrumpirlo y comenzó a gritar. En ese momento varios radicales quisieron callarlo pero él siguió. Tunessi no aguantó y lo enfrentó: "A mí me vas a respetar. ¿Qué te creés, vos?", le dijo indignado. Para que no pase a mayores, Eduardo Fellner pidió calma y el tema quedó en el olvido.
En diálogo con Perfil.com, el radical recordó el episodio: "Como hace siempre, gritaba sin pedir la palabra, descalificaba a todo el mundo. Yo le dije que pidiera la palabra, siguió gritando y hablando de los demás. Ahí le dije que no me iba a intimidar, que su actitud era la de un 'comisario del recinto' y eso no era posible en un sistema democrático". Tunessi dijo a este portal que "no me iba a pelear con él" y agregó que por suerte "se calló la boca".
Por último, se refirió al hecho de ayer, al que calificó de "lamentable". "A esto nos conduce la irracionalidad, de mera confrontación. De un lado, un gobierno con actitud intransigente; y del otro, algunos sectores opositores que le hacen el juego mezquino que generan episodios como estos. Fue un papelón".
