Faltan dos semanas para las elecciones. Y aunque el clima político parece estar anticipándose al resultado y la campaña se vive con cierta frialdad, hay todavía una serie de definiciones claves que recién se podrán precisar una vez que se cuenten los votos. Desde provincias donde el resultado puede variar con respecto a las primarias, hasta la composición final del Congreso, pasando por los posicionamientos opositores de cara a 2019, son por los menos cinco las claves que se van a estar mirando con atención el domingo 22.
1) La madre de todas las batallas
La provincia de Buenos Aires, como es de esperar, acaparará las miradas. Cristina Kirchner aspira a repetir el resultado de las PASO, en las que ganó por apenas 20 mil votos de diferencia. Sin embargo, todos los pronósticos muestran que Esteban Bullrich estaría logrando dar vuelta el resultado. El foco también estará puesto en los resultados en el Conurbano, sobre todo en la tercera sección electoral, bastión desde donde se fortalece la candidata de Unidad Ciudadana.
2) Santa Fe y el combo de las cinco grandes
El territorio santafesino es el otro de los distritos grandes en donde Cambiemos perdió por muy poco margen en las PASO (apenas 16 mil votos) y que ahora apuesta a revertir. El interrogante a resolver allí es si Agustín Rossi, candidato del Frente Justicialista, logra sumar los votos de las otras dos listas con las que compitió en internas. Distintas encuestas, incluso de consultoras vinculadas al kirchnerismo, mostrarían que no lo estaría logrando. La lista oficialista, que lidera Albor “Nicky” Cantard, en cambio, crecería varios puntos. De confirmarse, el Gobierno aspira a festejar triunfos en los cinco distritos principales, ampliando incluso los triunfos en Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. Desde el retorno de la democracia, sólo Raúl Alfonsín, en 1985, consiguió ese objetivo.
3) La barrera del 40% a nivel nacional
Sumado al combo de los cinco grandes, el gobierno de Mauricio Macri se puso otro objetivo: superar el 40% en la suma de votos de todo el país. Esa cifra tendría dos valores simbólicos. Por un lado, implicaría un claro crecimiento respecto a los votos que obtuvo Macri en la primera vuelta de 2015. Y por el otro, es el primer límite que hay que superar para ganar sin pasar por el ballottage en una elección presidencial (más del 40% y 10 puntos de diferencia con el segundo, o más de 45%). Significaría una muy buena performance para el Gobierno, sobre todo al tratarse de una votación legislativa de medio término.
4) La composición del Congreso
En definitiva, el resultado de las elecciones generales se va a traducir en bancas en el Congreso. Marcará las relaciones de poder a las que se tendrá que enfrentar Macri en la segunda mitad de su gestión. Según el resultado de las PASO, Cambiemos crecía en Diputados hasta tener 105 bancas. Un crecimiento en octubre le permitiría subir un poco más y acercarse a 130, el número clave en la Cámara baja. En el Senado, en tanto, también crecería ampliamente, pero seguiría muy lejos de tener el control, por lo que va a depender de las negociaciones con el peronismo.
5) El poder de los gobernadores
Por último, las elecciones servirán para que los gobernadores hagan una demostración de su fuerza, sobre todo en un PJ que se pondrá desde el 23 de octubre a pensar en la renovación. Aquellos que ganen ampliamente sus territorios se verán fortalecidos, mientras que quedarán diezmados los que pierdan contra la lista del Gobierno. El salteño Juan Manuel Urtubey, por ejemplo, deberá revalidar el triunfo de las PASO para aspirar a liderar en 2019. Juan Schiaretti, en cambio, sufrió un duro golpe en Córdoba, que se podría profundizar en dos semanas. Figuras como Sergio Massa y Florencio Randazzo, en tanto, también buscarán quedar.