Son dos verbos diferentes que se aplican a situaciones igualmente diferentes y que, sin embargo, en la política argentina -sobre todo en la práctica y en la teoría del gobierno- han terminado por convertirse en la misma cosa.
Anunciar una obra no es lo mismo que inaugurarla. Para inaugurar una obra es menester que, efectivamente, tal obra esté en condiciones de funcionar. No la mitad, ni la tercera parte, ni las tres cuartas partes, sino, la totalidad.
Mucho más grave es cuando el gobierno hace uso y abuso, ya no en campaña electoral sino en la cotidiana gestión de gobierno, de la confusión de anunciar e inaugurar.
(El contenido completo del podcast, en el blog de Pepe Eliaschev )
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