La sesión por el pago a los fondos buitres, que prevé extenderse hasta entrada la madrugada, tiene momentos de tensión, acentuados cruces entre diputados, posturas críticas y definidas pero también sucesos que quedaron como perlitas de la jornada.
Diputada sin banca. Cuando el debate recién se iniciaba, el kirchnerismo realizó la primera protesta. Una de las legisladoras del Frente para la Victoria (FPV), Teresa García, no tenía banca asignada. "No entendemos por qué está sucediendo esta desprolijidad. No quiero pensar que haya diputados sentados que no son diputados. Quisiera que esto se resuelva de manera inmediata para que podamos seguir con la sesión", manifestó ofuscado el camporista Marcos Cleri.
Una legisladora muy flaca para votar. La diputada macrista Silvina Lospennato no pudo emitir su voto en la primera moción del día. Se trató del proyecto kirchnerista para realizar una consulta popular sobre el pago de la deuda.
Todos sus compañeros de bancada habían dado su voto negativo, pero en el tablero electrónico la diputada aparecía como si se hubiese abstenido. Lospennato pidió la palabra y expresó que acompañaba la decisión de su bloque, pero no podía sufragar por los controles de seguridad de la banca. "No me reconoce. Acá me dicen que es por mi peso. Voto por la negativa", aclaró.
Por el escándalo del "diputrucho", cuando dio quórum sin ser legislador, el Congreso incorporó controles para asegurar que sólo los representantes electos participen en las votaciones convocadas durante la sesión. Entre esos monitoreos, hay un sistema de reconocimiento de peso para saber cuándo se sientan los diputados y la huella digital para emitir el voto.
La insólita confusión de Monzó. Cuando transcurría la primera votación, el Presidente de la Cámara Emilio Monzó dio cuenta de que faltaba el voto de un diputado. "Señor Aranguren, su voto, por favor", pidió en reiteradas ocasiones.
Monzó, rápido, aclaró el furcio argumentando que quería referirse al massista José Ignacio de Mendiguren. Hubo risas en toda la sala.
Victoria Donda le pagó con su propia medicina a Axel Kicillof. Cuando la diputada socialista Alicia Ciciliani tomó la palabra, Kicllof solicitó una interrupción, negada por la legisladora. Y en la continuidad de la exposición de Ciciliani, se pudo oir que Donda gritó: "Axel ponete las plumas para hablar".
Así, se vengó del diputado K, que en septiembre pasado, por el amparo presentado en la Justicia para que el Gobierno difunda los datos sobre pobreza e indigencia le había sugerido que "si quiere salir en los diarios, que se ponga las plumas".
La diputada apurada. La legisladora del FpV por Río Negro, María Emilia Soria, se adelantó a su turno para exponer y tomó -por unos segundos- el lugar que le correspondía al radical Miguel Bazze.
El presidente de la Cámara de Diputados Monzó intervino con una sonrisa diciendo que tenía que hablar Bazze y sentenció: "Esa no parece la voz del legislador".
"Cachetada" a De Vido. El exministro de Planificación se disponía a culminar su intervención con una frase del expresidente, Néstor Kirchner. Sin embargo, el diputado del FpV se excedió en su minuto y desató los abucheos de sus pares.
La estocada final quedó para una de las espadas del Frente Renovador en el recinto, Graciela Camaño, quien le pasó una factura: "Es una falta de respeto y más cuando nunca contestó ningun pedido de informe de Diputados".