No importa qué suceda el 25 de octubre en las urnas, inevitablemente el 10 de diciembre se acabará el kirchnerismo tal cual lo conocemos. Pero hay algo importante que quedará en la sociedad argentina, a nivel político y cultural, de estos 12 años de gobierno. No se trata precisamente de todo lo que dejó el oficialismo, sino más bien de todo lo que se llevó.
En esa idea se basa el primer libro del periodista y escritor Nicolás Lucca, que acumuló millones de lecturas en el blog Relato del Presente, y atravesó las barreras de lo digital para imprimir “Lo que el modelo se llevó” (Sudamericana), que documenta con gracia e ironía los traspiés y contradicciones del discurso oficial.
En 364 páginas, el autor desarticuló el relato kirchenrista polemizando distintas palabras clave, siempre con la impronta irónica y corrosiva que hicieron de Relato del Presente un clásico sitio de lectura crítica de la actualidad política durante la era K.
“El kirchnerismo corrió tanto las fronteras que le deja al próximo gobierno una enorme carta blanca para hacer lo que quiera”, sostuvo el periodista, ante las cámaras de Perfil.com. Para Lucca, hay dos términos que son fundamentales para comprender “el relato”. “Siempre que se quisieron quedar con algo hablaron de ‘democratización’ o de ‘soberanía’”, dijo.
“Para quedarse con el Poder Judicial, el fútbol o los medios impulsaron la ‘democratización’, ahora hablan de ‘soberanía’ hidrocarburífera, satelital o energética, que es comprar acciones de YPF hasta tenga mayoría el Estado o lanzar el séptimo satélite, no el primero”, continuó
Los 8 capítulos abordan distintos aspectos de la década kirchnerista. El apartado de política internacional se titula “Relaciones carnales”; los párrafos sobre políticas sociales se llama “Relato derecho y humano”; y donde el autor analiza el denominado regreso de la militancia se titula “Homo militante”.
Lucca lo explicó con gracia: “Los militantes K se sienten superiores a todo y a todos, se creen una instancia más evolucionada al hombre, por eso no se los puede llamar homo sapiens, hablo de ‘homo militante’”.
“El concepto que tuvo el kirchnerismo de la juventud es bastante difuso, la mesa de la juventud militante está más cerca de los problemas de próstata que de los de acné”, bromeó, fiel a su estilo. “Lo construyen de un modo en el cual militantes son solo los kirchneristas, los demás no son militantes”, afirmó.
En uno de los apartados salientes, el autor utiliza una metáfora geográfica para pensar al kirchnerismo. “Si fuera un país, la capital del modelo sería el barrio de Once porque es el paraíso de la clandestinidad, allí murieron 51 personas en un tren ferroviario, se incendió un local bailable y fallecieron 196 personas, es la mejor muestra de que el Estado no está para darle una mano a alguien que necesita viajar”, sostuvo.
El paso de Cristina Fernández de Kirchner por Harvard se lleva unos cuantos párrafos del libro. “Dijo que era una ‘exitosa abogada’ cuando directamente no hay colegio de abogados donde esté matriculada, por lo tanto no ejerció; lo jugoso es que la persona que nos vendieron como la mejor oradora del planeta la pasó mal con estudiantes”, dijo Lucca.
“Cristina se puso agresiva, desprestigió a La Matanza, con preguntas de estudiantes universitarios, nos demostró lo mucho que le cuesta cuando no está con sus militantes aplaudiéndola”, siguió.
Para el periodista, se trató de una escena clave donde quedó en evidencia “el relato, que nos están diciendo algo que no existe en la realidad”. “Es lo peor que nos deja el kirchnerismo, es una derrota cultural, muchas cosas que impuso que ya no se debaten, no se discuten, por ejemplo ya nadie cuestiona la Asignación Universal por Hijo, uno no quiere que le saquen eso a quienes lo necesitan, sino más bien que no lo necesiten”.
“Ahora se discuten las formas y no los contenidos, se dice ‘que mal (Guillermo) Moreno que puso un arma arriba de la mesa para debatir con empresarios’ pero no que el tipo dibuja estadísticas, así llegamos a la conclusión que no nos molesta el kirchnerismo sino los kirchneristas”, lanzó.
En definitiva, Lucca enumeró que durante esta gestión los argentinos “perdimos la capacidad de asombro, cosas que en 2004 nos resultaban escandalosas ahora nos parecen pequeñas, corrimos las fronteras tan lejos que cualquier cosa que no llegue a este límite ya no nos va a parecer grave”.
Entre tantas cosas que el kirchnerismo se llevó, hay una que el autor debe celebrar. Después de 7 años de escribir bajo el seudónimo de Relato del Presente, sobre el filo del fin de ciclo, el modelo también se llevó su anonimato. Este corrosivo periodista de 33 años, que comenzó su carrera profesional en Perfil.com y continúa en Noticias, ahora puede firmar cada uno de sus ensayos con algo que ocultó durante tiempo: el rostro.
(*) De la redacción de Perfil.com. En Twitter: @PatoCaruso.