A horas de conmemorarse el 35 aniversario del golpe militar, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, advirtió que las causas abiertas por crímenes de lesa humanidad no están "juzgando sólo el pasado, sino que se están sembrando las semillas del futuro".
"No hay leyes especiales ni juzgamientos políticos, sino que se juzga, de acuerdo a la Constitución, crímenes cometidos por quienes tuvieron responsabilidades", sostuvo el ministro de la Corte, al valorar que los acusados tengan las mismas garantías que cualquier otro imputado pese a la magnitud de sus delitos.
Las palabras del titular de la Corte Suprema parecieron un mensaje a aquellos represores que, desde prisión o desde los estrados, insisten en denunciar persecuciones por razones políticas y en defender su accionar durante los años '70.
El 21 de diciembre último, antes de recibir su segunda condena a perpetuidad, el ex presidente de facto Jorge Rafael Videla le dijo a sus jueces cordobeses que era un "preso político" y sostuvo: "no he venido a defenderme, este no es mi tribunal natural, asumiré bajo protesta la injusta condena y la he de ofrecer como un acto de servicio".
En ese marco, Lorenzetti ratificó en una entrevista radial la política dispuesta desde los tres poderes para reanudar el juzgamiento de crímenes ocurridos durante la dictadura y que habían quedado impunes antes de que cayeran las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
El ministro de la Corte recordó que el gran desafío se planteó "a partir de los fallos que declararon inconstitucionales las leyes de amnistía y los indultos y se declaró que los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles".
Según dijo, "los juicios de lesa humanidad son una política de los tres poderes del Estado, que han contribuido a iniciar la que hoy es la principal experiencia a nivel internacional en materia de investigación en causas por delitos de lesa humanidad".
El presidente de la Corte Suprema sostuvo que aquí "no se está juzgando sólo el pasado, sino que se están sembrando las semillas del futuro". Y agregó que "de esto hay que extraer como enseñanza el nunca más, que no se vuelvan a repetir estas experiencias para que no haya dictaduras y nuestros hijos y nietos puedan disentir libremente sin que el propio Estado los persiga, los torture o los haga desaparecer".
"Por eso es tan importante la difusión pública y la educación -agregó-. En ambas cuestiones se ha insistido mucho, para que exista todo el material de los juicios filmados y para que haya debate en todos los lugares posibles de la sociedad".
Resaltó en este sentido el "altísimo grado de conciencia de la sociedad, porque las instituciones actúan cuando hay un gran respaldo y nivel de conciencia en la sociedad civil y en los organismos de derechos humanos".
El titular de la Corte señaló además que "no es sencilla la situación de los testigos" que son combados a estos procesos, "muchos de los cuales no están en el país", y por ello hubo que "instrumentar todo un sistema para que los jueces puedan trasladarse al país donde reside el testigo o traerlos en el caso que admitan venir" con soporte "material, psicológico y de seguridad".
Por último, Lorenzetti subrayó el papel del Centro de Información Judicial en la difusión sobre los juicios que se llevan adelante en torno el país y "un especial fotográfico de cómo se encuentran actualmente los centros clandestinos de detención, para que se pueda apreciar cómo eran materialmente los lugares".
Fuente: DyN