Los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, los argentinos detenidos en España con un cargamento de 944 kilos de cocaína, habrían cobrado 3 millones de dólares por el traslado a razón de 3 mil dólares por cada paquete de un kilogramo cada uno.
Los investigadores creen que ese era el acuerdo con los argentinos para el envío del cargamento en un vuelo privado - enmarcado dentro de una red transnacional de narcotráfico - aunque en las cuentas bancarias en Argentina no registraron ingresos de tan importante suma y sospechan que pudieran haber girado el dinero a paraísos fiscales.
Una opción es que los argentinos hayan usado parte del dinero para "evitar" los controles habida de que, tal como se probó hasta el momento, nunca existieron: mientras el jet Challenger 604 permaneció estado en un hangar de la base aérea de Morón, entre el 17 y el 30 de diciembre de 2010, nadie lo revisó. Situación que se repitió en la partida desde el aeropuerto internacional de Ezeiza.
Con la información obtenida hasta el momento, se vuelve a señalar al supuesto Cartel del Valle, en Santa de Cruz de la Sierra, una organización boliviana que fue mencionada en el inicio de la investigación cuando incluso se ligó la "narcomodelo" colombiana Angie Sanclemente.
El contacto con la red, publicó el diario La Nación, habría sido en el mes de abril del año pasado. Desde entonces, los Juliá hicieron viajes con cargamentos al país europeo que en ningún caso superaron los 100 kilos de droga.