Alberto Iribarne: De ministro k a operador del neoduhaldismo
Pese a que él mismo no escapa a la categoría, si hay algo que molesta a Néstor Kirchner son los traidores. Y si bien el hombre ve fantasmas y conspiraciones en casi todos lados, algunos ex laderos suyos le han dado elementos concretos para el enojo. Esta semana se supo, por ejemplo, que Roberto Lavagna y Martín Lousteau serán dos espadas técnicas del PJ disidente, cosa que desagradó al ex Presidente. Pero no son los únicos ex ministros que han decidido saltar la valla del kirchnerismo al neoduhaldismo: con el correr de los días, Alberto Iribarne, ex ministro de Justicia K, se ha apuntalado como uno de los soldados del armado de Eduardo Duhalde sin disimulo. Quedó claro cuando invitó a Jorge Sarghini como primer orador del Instituto de Formación Política que comanda. El segundo invitado de Iribarne, hace pocos días, fue Juan Manuel Urtubey, a quien Duhalde quiere instalar como posible candidato por las dudas. Urtubey aceptó la invitación, aunque no sin recelo. De hecho, algunas horas antes de esa cita expresó sus dudas en una conversación que mantuvo con Jorge Argüello en una caminata que realizaron por el Central Park. El embajador argentino ante las Naciones Unidas –de traje negro– y el gobernador de Salta –de jean y campera– pasearon por el pulmón verde de la Gran Manzana bajo la resolana primaveral neoyorquina, cerca del Strawberry Fields, el espacio que homenajea a John Lennon. Pocas horas después el salteño voló de regreso a Buenos Aires. Por lo que se supo, el que intentó sumarse a esa minicumbre americana fue Alberto Fernández, pero abortó la misión a último minuto. Duhalde se encontraba en NYC en el mismo momento, en contacto directo con Iribarne, que estaba en Buenos Aires, confirmando el pase de quien estuvo a punto de ser embajador K ante el Vaticano, pero su condición de divorciado se lo impidió. El reciente fichaje duhaldista fue tema de conversación también en una minicumbre kirchnerista en el Centro Cultural José Hernández sobre el cierre de la semana. Allí compartieron un almuerzo con mucha rosca Jorge Coscia, Guillermo Oliveri, Claudio Heredia (segundo de Carlos Zannini), Abel Fatala, Sebastián Gramajo, y Kelly Olmos, entre otros.
Brindis americano
En el corazón de Barrio Parque, la flamante embajadora americana en Buenos Aires, Vilma Socorro Martínez, apeló a un término útil para definir diplomáticamente el presente y el pasado reciente de la Argentina. “Vivimos tiempos interesantes”, dijo la estadounidense, utilizando, seguramente sin saberlo, la misma definición que en varias ocasiones se le ha escuchado al italiano Stefano Ronca para catalogar el panorama vernáculo sin herir susceptibilidades. Martínez habló durante un cóctel reservado organizado por la presidenta de Conciencia, Lía Rueda, en los que la funcionaria de la administración Obama agradeció la atención y se mostró distendida. Martínez conversó con casi todos los presentes, especialmente con Marcos Aguinis. Es que la dama está leyendo casualmente El atroz encanto de ser argentino y disfrutó el encuentro con su autor. Conversó también con “Pepe” Scioli, quien llegó tarde, pero hizo tiempo a paladear alguna cazuela de lomo. El segundo de la embajada americana, Tom Kelly, comentaba sobre su pasión por las maratones: ha corrido 21 veces los 42 kilómetros. Eugenio Burzaco y Diego Santilli también estuvieron en la tenida, aunque el Colorado casi no probó bocado porque llegó para el brindis.
Pelea de pesados
En un rincón, Héctor Recalde y Hugo Moyano. En el otro, Julio de Vido. El árbitro, Néstor Kirchner, es el único que por ahora no se ha calzado los guantes. La pelea, sorda y subterránea hasta el momento, la protagonizan púgiles de renombre que prometen ganar por nocaut. Los hombres de la CGT acusan al ministro de Planificación Federal de haber sido quien filtró la información a los medios, del polémico avión de Aerolíneas Argentinas que viajó a Uruguay para que funcionarios y “amigos” presenciaran el último partido de la selección por Eliminatorias. La venganza será terrible, anuncian cerca del diputado Recalde. Además de calentarle la oreja al ex Presidente para que a partir de diciembre promueva un recambio de Gabinete –sobre todo que el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, reemplace a De Vido–, tendrían casi listo en borrador un pedido de informes para que se investigue el uso de fondos de Aerolíneas para sustentar supuestos viajes a Europa de Alessandra Minnicelli, esposa de De Vido y ex funcionaria de la Sigen. Otra vez, Kirchner, en medio de un combate de peso pesados.
Haz lo que yo digo...
“Estos vienen a dar cátedra de lo que hay que hacer en momentos de crisis, pero después vuelven al Banco y hacen todo lo contrario”, se mofaba un empresario presente en concurrido cóctel donde los presidentes de diferentes instituciones bancarias fueron los principales animadores. Entre los que sacaban chapa y daban consejos –y otros que ayudaron a llenar un salón del primer piso de la Bolsa de Comercio porteña– se pudo ver a Hernán Martín Pérez Redrado, a Federico Sturzenegger y a Luis Ribaya degustar la variedad de canapés que se ofrecían. El convite tenía que ver con el aniversario de una revista económica y Adelmo Gabbi, no sólo cedió el espacio físico sino que además colaboró con su presencia. También lo hicieron el muy felicitado ministro de Economía, Amado Boudou, Néstor Grindetti, Carlos de la Vega y Mario Blejer.
Bien acompañado
A pesar de que le quitaron su caballito de batalla –la polémica UCEP pasó a la órbita del ministerio de Desarrollo Social porteño– al ministro Juan Pablo Piccardo en los últimos días fue motivo de envidia de oficialistas y opositores. Es que el hombre no sólo viajó a San Pablo para participar de un congreso de Reciclado sino que, además, lo hizo acompañado, entre otros, de Verónica López Quesada, su vocera y una de las mujeres más codiciadas que trabaja para la administración de Mauricio Macri en el Gobierno de la Ciudad.
¡Digame doctor!
Para muchos legisladores porteños, la jornada laboral del viernes terminó temprano. Es que no fueron pocos los invitados que tuvo Juan Manuel Olmos en el almuerzo que corrió por su cuenta en el restaurante Gurmet porteño, con el cual festejó su graduación como abogado de la UBA. En más de 12 mesas, de entre ocho y diez personas, se saborearon suculentos cortes de ternera y se bebieron buenos vinos tintos. Entre broma y broma, Diego Kravetz se empachó con achuras mientras las pocas mujeres invitadas como Silvina Pedreira e Inés Urdapilleta prefirieron los cortes magros como la colita de cuadril. Del tema UCEP se burlaban los diputados Raúl Fernández y Alejandro Rabinovich mientras, desde otra mesa observaba la escena un muy atento Alvaro González. Pasadas las tres de la tarde y luego del postre seguían allí el ex ministro de Justicia Alberto Iribarne, Ramiro Monner Sans, hijo del conocido abogado Ricardo, y un recién llegado Alberto Pérez. Amigos del “Gordo” también se hicieron presentes horas antes en el aula magna de la Facultad de Derecho, donde Olmos juró y recibió su diploma. Entre otros, pudo verse a Silvia La Ruffa, Ivana Centanaro, Diego Santilli y al hermano del gobernador bonaerense José “Pepe” Scioli.
Parisier, avanza en Derecho
Con un a cara de niño con juguete nuevo, Guido Parisier ingresó hace unos días al café del hotel Alvear y fue directo a la mesa de unos conocidos y tan acelarado estaba que no siquiera vio a Mario Falak, ex dueño del hotel quien también tomaba un desayuno tardío en una mesa vecina. Al principio no quería decir el motivo pero finalmente comentó que acaba de terminar con éxito el primer año de la carrera de abogado. El ex funcionario menemista es contador público, pero según comentó, para darle el ejemplo a sus hijos de que a su edad aún se puede progresar se inscribió en Derecho. “¡Y quizá hasta me recibo antes que mi hijo que estudia ingeniería!”, dijo. Tambiém relató que tuvo una interesante experiencia cuando tuvo que defender la aprobación de una materia equivalente con un docente de 32 años.
Cuando un amigo se va
Sencilla pero concurrida despedida –y van...– tuvo el embajador de Italia, Stefano Ronca en la terraza central de La Rural. Al correr por cuenta del director de Poliarquía, Fabián Perechodnik, y de su mujer, Gabriela Solustri, el agasajo tuvo tantas visitas del ambiente político como del diplomático. Así se pudo ver, por ejemplo, al legislador Cristian Asinelli y a la embajadora de Nueva Zelanda, Anna Louise Duncan, atacar en simultáneo los exquisitos y muy elogiados brochettes de lomo y pollo. Lo propio hacía a escasos metros Rosendo Fraga, aunque no desperdició oportunidad para dialogar con el ex titular de la DAIA Jorge Kirszenbaum y con la presidenta de Conciencia, Lía Rueda. Recién llegado de Río de Janeiro, Juan Pablo Maglier dialogó en extenso con Paula Bertol y con el futuro papá de un varón Julián Obiglio. El embajador de España, Rafael Estrella y el agasajado Ronca pensaron cruzar alguna palabra con Julio Cobos, pero el vicepresidente les mandó saludos por carta. Tarde, pero seguro, llegaron el ministro de la Producción bonaerense Martín Ferré y Bruno Tomaselli, subsecretario de la misma cartera.
Proyecto nocturno
Los popes del peronismo bonaerense se mueven a un ritmo febril en los últimos días. Pocos vuelven a sus casas a cenar, pues dedican su tiempo a la elaboración de un proyecto de reforma política similar al que se impulsa desde el oficialismo en Nación. Para alcanzar ese objetivo, comparten largos encuentros nocturnos Alberto Pérez, Alberto Balestrini y Hugo Moyano, entre otros. Testigos de esas reuniones dicen que el borrador del proyecto está casi listo.
Estrategia
Mientras se dice que la reforma política lanzada por el Gobierno tendería a favorecer a los dos partidos tradicionales, es decir al peronismo y al radicalismo, parece que en la Legislatura porteña, más allá de que el proyecto prospere finalmente o no, son los propios partidarios de esas fuerzas los que creen conveniente poner las cosas en orden. Es así como muchos legisladores que responden o simpatizan con el PJ pretenden reagruparse para alcanzar un número de bancas suficientes como para aspirar seriamente a controlar la vicepresidencia segunda y ser un contrapeso al macrismo. Y ese cargo, eventualmente, sería disputado fuertemente por Diego Kravetz y Raúl Fernández. Aunque más humilde, el proyecto del radicalismo porteño iría en el mismo sentido: la idea es volver a conformar luego del 10 de diciembre, una bancada (con no más de dos o tres diputados, pero bancada al fin) propia de la UCR, en interbloque con la Coalición Cívica.
Una deuda pendiente
Un clásico por estos tiempos de apasionamiento político son las disertaciones que semana tras otra se vienen realizando en la sede del Movimiento Productivo Argentino (MPA). Hasta allí fue Graciela Camaño, para hablar sobre el Plan Jefas y Jefes de Hogar como antecedente de la renta básica universal en la Argentina. Ante un auditorio lleno, Camaño no ahorró críticas al sistema actual de distribución de ayuda social y resaltó bondades del anterior, cuando ella estaba a cargo de la cartera de Trabajo. “Antes, el Estado era quien se encargaba de la implementación de los planes. Hoy no se tiene control porque están manejados por grupos anárquicos”, disparó la ex funcionaria. A modo de autocrítica, la candidata a quedarse con la presidencia del bloque del peronismo disidente en la Cámara baja sentenció para ganarse los aplausos de los presentes: “El PJ tiene una deuda pendiente con los más pobres: nunca tuvo la posibilidad de establecer un porcentaje del PBI destinado a ayuda social”.
Saldo a favor
El lunes pasado finalizaron –para suerte de muchos– las interesantes reuniones informativas sobre el presupuesto 2010 para la Ciudad. Dada la efervescencia de los encuentros entre ministros y diputados en la Legislatura porteña, fue Alvaro González quien debió conducir estas rondas alternando entre los llamados al orden y tratando de mantener el buen humor hacia sus pares. Precisamente, una legisladora opositora le expresó a González que este año estaba “más amigable” porque “solamente la había interrumpido dos veces y no quince como el año pasado”. “¡Entonces me faltan trece!”,
Música y champaña
El cóctel que se realizó en el Museo de Arte Decorativo fue el puntapié inicial de una semana cargada de tenidas, en este caso con alto contenido artístico, ya que el ágape, a cargo de Myette Ferreccio, cerró el notable concierto de piano de Marcelo Ayub. Todo tuvo el sello de Alejandro Cordero, quien viajó el viernes hacia Nueva York para ultimar detalles del recital que realizarán el 16 y 17 de noviembre próximos en la Americas Society los cantantes del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Estaban entre los presentes en el Palacio Errázuriz Teresa Aguirre Lanari de Bulgheroni, Luis Ovsejevich, Antonio Estrany y Gendre, Gino Bogani, Estela Acevedo de Deym y Lily Sielecki.