Montoya dio el si por segunda vez, con Scioli, Solá y Massa presentes
Sergio Massa hizo algo que desde hace mucho tiempo sueña: ocupar el lugar que deja vacío Daniel Scioli. No fue en la gobernación bonaerense, gran desvelo del hombre de Tigre, sino en el evento sociopolítico estrella de la semana, el casamiento del ex recaudador provincial Santiago Montoya con Ana Margarita Sánchez. El ex jefe de Gabinete llegó a la fiesta en La Rosa Negra, el salón ubicado en el Hipódromo de San Isidro, minutos después de que se retirara Scioli y por eso pudo sentarse en la mesa política principal. Aunque a decir verdad, fue Felipe Solá –que también llegó tarde y evitó cruzarse con su sucesor en La Plata– quien se sentó en la silla caliente: Massa tuvo que conformarse con el asiento de Karina Rabolini, pero la posta fue un simulacro que lo entusiasmó. Solá había avisado que llegaría tarde: lo hizo personalmente, con un llamado telefónico al propio Montoya en pleno Civil. “¿No te arrepentiste todavía?”, preguntó Felipe por teléfono, y el novio sonrió: “No, no”. “Ah, entonces voy para allá”, dijo el diputado. Y fue, solo. El que dejó el salón junto al gobernador y a Karina fue José Scioli. Pero antes de partir, Pepe comentaba entusiasmado le inminente llegada al país del equipo de ingenieros estadounidense que se encargará de techar el estadio único de La Plata, el mismo que construyó varios estadios en Sudáfrica y que ahora apunta a Brasil. El bonaerense supo aprovechar también la recepción para atacar con entusiasmo los canapés de langostinos. Jorge Telerman prefirió el lomo del plato principal, y mantuvo animada conversación con Antonio Cafiero. Ambos completaban la mesa de Scioli y luego de Solá-Massa, al igual que Rafael Estrella, Rafael Perelmiter y Adrián Pérez, y su embarazadísima mujer. Pablo Bruera y el operador todoterreno del oficialismo nacional Juan Carlos Mazzón, a quien por su presencia le pronosticaron gran un problema con Kirchner, ocupaban un lugar a pocos metros. No todo era política en las conversaciones. Obviamente, las anécdotas de los novios también circulaban en las mesas, como la de la tarde que Montoya asistió a quien entonces era apenas una vecina con un problema mecánico. Fanático de los autos, el hombre notó que ella se había quedado con el suyo y salió de su casa, de traje, con el cable de la batería en la mano para darle corriente, y vaya si lo consiguió. El amor por los fierros quedó plasmado además en el arribo de los novios al salón: llegaron en el Cadillac modelo ’59 del ex recaudador, quien no se descarta que vuelva al gobierno provincial: durante la semana circularon fuertes rumores de que Scioli le había ofrecido el Ministerio de Seguridad. A la hora del baile, quedó demostrado que Montoya no es hombre de a pie: muy buena predisposición pero escaso talento. Muy distinto de lo que sucedía con la madre del anfitrión, mujer de gran vitalidad que sacó a bailar a Solá y a Massa, y con uno de los mejores amigos del novio, conocido como Elvis, y lookeado como tal. Ambos comparten su pasión por el héroe rocker de Memphis.
Cena en “La Isla”
No hubo comida kosher como la que sí se sirvió en la publicitada cena que ofreció Eduardo Elzstain en el Abasto, sino un menú preparado por el equipo de su chef favorito, Francis Mallmann. Así, Carlos Bulgheroni –uno de los mejores clientes de Patagonia Sur, el restaurante que Mallman tiene en La Boca– revalidó su título de gran anfitrión al recibir a Shimon Peres en su tríplex porteño de “la isla”. Concurrencia selecta que tuvo entre sus invitados a José Pampuro, Rodolfo Terragno y Archibaldo Lanús. Estos dos últimos fueron convocados para explicar a Peres cómo es el Plan Bicentenario (Terragno), y un panorama del país en el contexto internacional y las perspectivas a futuro (Lanús). Al promediar la noche, un invitado –fanático y estudioso del tango–, sorprendió al animarse a dar unos pasos de baile al compás del 2x4.
Pelea por Montevideo
En la típica disputa por despachos y cargos que suele abrirse ante cada recambio legislativo, hay una plaza impensada que se ha vuelto codiciada, no sólo por funcionarios que dejan el Legislativo sino por otros que quieren salir del Ejecutivo. Se trata de la Representación Permanente de la República Argentina para Mercosur y ALADI, con asiento en Montevideo, que dejó vacante hace un tiempo el embajador Juan Carlos Olima. Según circuló en Cancillería, Eduardo Sigal pidió ocupar ese lugar. Lo más llamativo de esta decisión es que esto supondría un distanciamiento claro del actual subsecretario de Integración Económica de la política vernácula, dato no menor teniendo en cuenta que es el presidente de lo que queda del Frente Grande. Aunque a decir verdad, podría intentar en la capital uruguaya algún tipo de rearme de esa fuerza, ya que parece que “Chacho” Alvarez pidió continuar un tiempo más como presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, también en la otra orilla. Pero a ese entramado se agrega una mujer aspirante al puesto en ALADI: Mabel Müller. La diputada duhaldista, que termina su mandato en diciembre, quiere ese puesto para poder estar cerca de Oscar González, su marido, ex segundo de la SIDE durante la presidencia de Eduardo Duhalde y entendido en temas de inteligencia, que trabaja en su materia en suelo uruguayo.
Brigada radical
Larga tenida gastronómica en la renovada Brigada de San Telmo, siempre regenteada por Hugo, que para la ocasión preparó un par de cochinillos al horno. El cónclave, que se inició en “la cava” del local, que aloja más de 30 mil botellas, fue convocado por el abogado radical Zenón Ceballos y reunió a Raúl Baglini, Marcelo Stubrin, Rafael Pascual, el abogado y politólogo Ricardo Yofre, Jesús Rodríguez y el ex senador José María García Arecha, entre otros. El tema obligado fue el protagonismo de un radicalismo unido para el próximo turno electoral y la desconcertante –para muchos– actitud oficialista del flamante gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi. Claro, tampoco olvidaron el prolijo esmerilado que viene sufriendo Mauricio Macri.
La remera que no fue
Convencidos de que la frase va a hacer historia y con un extraño olfato del marketing, un grupo de legisladores porteños del PRO mocionaron imprimir rápidamente en unas 10 mil remeras la frase “No nos van a parar”, parrafada pronunciada por Mauricio Macri en conferencia de prensa, que ofreció a la vuelta de su viaje por España, para salir al cruce del Gobierno nacional y especialmente de Aníbal Fernández, que había pedido su renuncia. Algunas voces del mismo bloque se alzaron en contra de la iniciativa y hubo alguien que, puertas adentro, pidió coherencia a la hora de las propuestas para atravesar el momento difícil que atraviesa la gestión de Macri en la Ciudad. Las remeras, según comentaron, estuvieron a punto de ser estampadas, aunque el trabajo más difícil iba a ser encontrar a alguien que quisiera lucirla.
Festejo de alto voltaje
Con Mauricio Macri de viaje por España y en pleno escándalo por las escuchas telefónicas, una vocera de primera linea del Gobierno de la Ciudad no tuvo mejor idea que festejar su cumpleaños en Shampoo, un conocido reducto de la zona de Recoleta devenido en boliche bailable. Al son de la cumbia que reinó en la noche, se los vio agitar sus brazos al ministro Juan Pablo Piccardo y al jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, entre otros funcionarios y legisladores. Hubo menú rápido y generoso cóctel puesto a disposición de los invitados que llenaron el lugar. Luego llegó la torta y las velitas. Pero la perla de la noche fue otra: incentivada por el DJ del lugar y empujada por algunas amigas, la cumpleañera mostró sus habilidades para el baile... del caño. La bella portavoz meneó con un breve vestido al ritmo de la música.
El paciente K
El tema fue deslizado muy brevemente por un matutino hace algunos días y refería a la presunta internación de Néstor Kirchner en el Hospital Alemán. El Gobierno no se hizo eco del asunto y el tema no tuvo rebote. Pero a mitad de semana, volvió a cobrar fuerza la misma especie. En el centro de salud aseguraron que Néstor no estuvo allí. “Fue otro funcionario importante, que llegó con tres autos, y por eso llamó la atención”, dijeron, sin dar nombres.
Abran pista
Semana agitada en las oficinas de los PRO en Legislatura. Igualmente, en la fiesta que Baron B dio en el hotel Alvear a Horacio Rodríguez Larreta –quien no pudo pasar desapercibido porque llegó con su cada día más sexy mujer, Bárbara “40 kilates” Diez– nadie le preguntó cómo se sentía al saber que estaba en la lista de los espiados. A pesar de las desprolijidades en la gestión PRO que desnudó el tema de las escuchas, cuestiones más profundas comienzan a manifestarse. Por un lado, algunos –digamos menos macristas– se animan a manifestar puertas adentro cierto desánimo con la figura de Macri como líder. Por otro, desde afuera, ven cierto brillo en la mirada de Rodríguez Larreta quien con la coyuntura va allanando su camino para en un futuro quedarse –quizá– con la Jefatura de Gobierno: en junio festejó porque Gabriela Michetti se impuso en los comicios pero, sobre todo, porque quedó fuera del Palacio, Ahora, la coyuntura parece destinarle una próxima salida a Guillermo Montenegro –reemplazado por el larretista Eugenio Burzaco– y Mariano Narodowski, algo que al vicejefe parece no molestarle demasiado.
En casa de herrero
Los auditores porteños realizaron una inspección por el Teatro Colón a mitad de semana para verificar la marcha de las obras y se llevaron una buena impresión. Pero hay quienes aseguran que deberían encarar una recorrida similar por las instalaciones de la propia auditoría: ese mismo día, horas después, hubo una importante caída de mampostería en la fachada de uno de los edificios que esa dependencia tiene en el microcentro. Por suerte, no hubo heridos.
Primera Dama de Lugo
Pese a las innumerables historias acerca de las supuestas (y no tanto) mujeres de Fernando Lugo, la única de ellas que ostenta el título real de primera dama estuvo en Argentina: su hermana Mercedes Lugo. Uno de los que se reunió con ella fue el coordinador del Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de la Cancillería, Oscar Laborde: fue en el hotel Bauen y de cara a la cumbre del Mercosur que se realizará en diciembre en Montevideo.
Se casó la nena
Fiel al mote de “sibarita” que le pusieron sus compañeros del PRO por sus gustos refinados, Pablo Tonelli no descuidó detalles para la fiesta de casamiento de una de sus hijas. Eso se notó, por ejemplo, en el salmón ahumado con endivias y el cordero que disfrutaron los 450 invitados en la terraza principal de La Rural donde se realizó la fiesta de enlace entre Josefina Tonelli y Javier Di Giano. Entre los presentes: Jorge Lemus –de quien otra vez se rumorea su salidad de la gestión PRO–, Daniel Chain, Juan Pablo Piccardo –quien paladeó con entusiasmo el helado con mousse mientras otros prefirieron la chocotorta–, Paula Bertol y Julián Obliglio, y mucha tropa propia de la Procuración. Como correspondía a la ocasión,Tonelli se animó a dejar de su look formal para terminar bailando con un gorrito con lentejuelas hasta el amanecer. Incluso permitió que sus hermanos lo revolearan por el aire. Hubo dos ausentes viajeros: Macri, en España, y Federico Pinedo, en China.
Un millón de cábalas
Roberto Carlos no sólo tiene un millón de amigos. También tiene un millón de cábalas. Al menos ésa fue la broma fácil que se escuchó en el festejo de los 12 años del Conrad de Punta del Este, donde el cantante esperó hasta la medianoche para dar su concierto, con el único propósito de evitar subirse a un escenario un viernes 13. Justamente entretenidos con las rarezas del artista se quedaron algunos argentinos que lo vieron llegar. Ellos mismos contaban lo extraño de ver a un hombre que sólo viste trajes blancos y celestes llegar a un hotel para hospedarse 24 horas con nada menos que 15 valijas. Para colmo, contaban los que compartieron estadía, no salió de su habitación –la número 825, bastante más chica que otra que le habían ofrecido–, para la que pidió 300 gramos de queso y 12 juegos de sábanas blancas. Fanática de Roberto Carlos, Graciela Alfano cantaba sus temas por los pasillos del Conrad una vez pasada su bronca por la demora de dos horas en el vuelo que había tomado desde Buenos Aires. Eso sí, para hacer chistes siempre está bien predispuesta: al llenar los papeles de migraciones, dejó en blanco el espacio donde debía escribir su fecha de nacimiento. Consultada al respecto por personal del aeropuerto, Alfano contestó irónica: “1985”.
¿Qué te pasa Jaime?
Sensible como está la gente del PRO, varios se sobresaltaron cuando escucharon declarar en Radio 10 a Jaime Durán Barba que, aunque ratificó su confianza en Macri y que no lo cree artífice de las escuchas, “el conjunto del Gobierno de la Ciudad no tiene experiencia en gestión”. ¡Cómo el consultor estrella de Mauricio va en contra de uno de los “lemas” partidarios: no tenemos experiencia política pero sí sabemos gestionar. Ese día, ardieron los celulares de legisladores y secretarios para saber a qué obedecía esa frase que, cierto sector macrista aprovecharía como argumento para replantear la continuidad de Durán Barba como “el asesor externo mejor pago”. ¿Su reemplazo? Por ahora no es lo que importa.