Macri se casa el 20 de noviembre en el campo de tio materno
Es de destacar la valentía de Mauricio Macri. Y no sólo por redundar en el complejo desafío de compartir su vida con una mujer. También por su buena predisposición para dar el “Sí” en épocas donde la efervescencia política va en aumento en un país con antecedentes de casamientos accidentados, como por ejemplo, el de Sonia Cavallo. La situación del jefe de Gobierno porteño es diferente a la del ex ministro de Economía, pero por si acaso, los preparativos para la boda se manejan en estricta reserva. Pese a ello, Espía tuvo acceso a una serie de detalles sobre lo que seguramente será la fiesta del año. Es Juliana Awada quien está en cada detalle y en permanente contacto con la wedding planner del festejo, Bárbara Diez, aunque fue decisión de ambos trasladar la celebración a un campo en Tandil, propiedad del tío de Macri, Jorge Blanco Villegas, hombre muy querido que confirmó su compromiso con aquella ciudad hace dos años, cuando donó un hospital para niños. Si bien nadie quiere perderse la boda, que será el sábado 20 de noviembre –por la noche, según comentaron íntimos de la pareja–, cerca del jefe de Gobierno porteño corre el rumor de que entre los aproximadamente 500 presentes no habrá invitados por compromiso, recomendación ni obligación (léase: varios políticos pueden olvidarse de estrenar traje nuevo). De hecho, ni siquiera pudieron confirmar que los bloques enteros de PRO en Diputados y Legislatura porteña serán parte del convite. Con este panorama, quienes sospechen que pueden llegar a estar en la lista recibirán en los próximos días la sugerencia de asegurarse alojamiento en aquella ciudad para ese fin de semana, tarea que no será para nada fácil, dicen los tandilenses.
Efecto “carla Bruni”
En la estela de comentarios acerca de los objetivos de la boda de Macri, hubo un grupo de consultores al que se sondeó para saber si hay una arista electoral en esta movida matrimonial. Pero varios confesaron cierto asombro al advertir que el hombre parece hipnotizado cuando habla de Juliana Awada para descartar dobles intenciones con su compromiso, al punto de que es capaz de lanzar frases cursis como la que mencionó en un reciente cóctel informal: “Para mí, lo importante es que para poder hacer feliz a la gente, primero tiene que ser feliz uno mismo”. Varios son los que comparan esta boda con la unión del ya presidente Nicolas Sarkozy con Carla Bruni, después del poco prolijo divorcio de su esposa. Sin embargo, para Fabián Perechodnik, director de Poliarquía Consultores, el “efecto Bruni” ilustra una de las consecuencias posibles de la mediatización de los sucesos privados: “En este caso, Bruni contribuyó a la disminución abrupta de la imagen positiva de Sarkozy, luego de hacer público su affaire. Lo que podría haber sido considerado como un evento simpático fue tomado como una excusa para encubrir la falta de soluciones al incremento de precios y la pérdida de poder de compra de los franceses. Los sucesos íntimos de muchos políticos plantean un juego de planos superpuestos: se les “exige” que se muestren como “gente normal” y, además, que demuestren capacidad de liderazgo y conducción. Por eso, no puede decirse que su vida íntima impacte de manera directa en su imagen; dependerá de su habilidad para procesar esos eventos y traducirlos en su favor.
Anglosajón vs. latino
Rosendo Fraga fue otro de los asediados por consultas al respecto y, sin elipsis, dijo que “a Macri su actual romance con Awada creo que es más lo que suma que lo que resta, porque además humaniza su imagen un tanto fría y distante”. Además aclaró que en “en Occidente, hay dos tradiciones diferentes: la anglosajona y la latina. La primera hace de la conducta marital y de la infidelidad un tema importante: si se miente en la pareja, se puede mentir al ciudadano. En la latina, lo privado suele diferenciarse de lo público y no se asume que una infidelidad asegure que el político mienta necesariamente a los ciudadanos. Berlusconi es un típico ejemplo: los supuestos desórdenes en la vida personal no afectaron su valoración política”.
Doble filo
“El mero anuncio de boda es un buen distractivo para un momento de tanta información negativa: denuncias, derrumbes y escuelas deterioradas”, dijo la consultora Doris Capurro. “No necesariamente responde a una estrategia electoral, pero es inevitable pensarlo. Los casamientos connotan cuestiones positivas: compromiso, amor, tradición, etc. Sin embargo, para un político en funciones, también puede tener un efecto negativo. En este caso, que se vea a Macri desconcentrado de sus obligaciones cotidianas y más preocupado por sí mismo, que por los demás”.
Jaque mate
El restaurante El Mangrullo de Ezeiza estaba casi colmado, y más de uno se asombró por el tamaño de los bifes de chorizo que se servían en la cena de despedida de la selección argentina de ajedrez que participará en las Olimpíadas que se realizarán en Rusia. La presencia del matarife ultrakirchnerista Alberto Samid en el local aportaba algunas pistas acerca del origen del corte de res que paladeaban los invitados. Pero rápidamente quedó claro que Samid no estaba allí sólo por cuestiones gastronómicas: él era de algún modo uno de los agasajados de la noche. Es que, aunque no forme parte del seleccionado, es el único argentino que empató una partida con Anatoli Karpov y Gari Kasparov. Aquellos que creían que el empresario matancero sólo tenía habilidades pugilísticas –todos recuerdan el cross que conectó años atrás a la mandíbula de Mauro Viale en vivo y en directo–, escuchaban sorprendidos las anécdotas que él mismo narraba sobre su pasión por los escaques. Las más destacas, sin dudas, son las dos veces que hizo tablas en partidas simultáneas con Karpov y la que logró empatar con Kasparov. El hombre no es un improvisado moviendo piezas: lleva cincuenta años de práctica y aseguraba que se compró una máquina para jugar. “La uso en nivel diez y nunca me gana”, se ufanaba.
Zona neutral
No son pocos los que han intentado convertirse en “la suiza del peronismo”, un terreno neutral en que el las distintas corrientes que abrevan en el PJ puedan convivir armónicamente. Algunos han tenido suerte, otros no tanto. Pero en esa interesante empresa se ha embarcado también la Fundación José Ignacio Rucci, que el jueves lanzará la revista La cultura en alpargatas, que incluirá en su primer número artículos de dirigentes como Antonio Cafiero, Roberto Lavagna, Héctor Recalde o Mario Oporto.
Coctel trasandino
Como no podía ser de otra manera, el caso del ex integrante de Frente Patriótico Manuel Rodríguez Galvarino Apablaza ocupaba mucho espacio en las conversaciones de los asistentes al cóctel por el festejo nacional de Chile. Daniel Sabsay era uno de los que criticaba la postura del gobierno de Cristina Kirchner de no permitir la extradición del ex líder guerrillero, que han pedido desde Santiago; al igual que rechazaba la defensa de Apablaza que hacen las Madres de Plaza de Mayo. Si de críticas se trata, la que tenía muchas para lanzar era Beatriz Nofal, recientemente eyectada del Gobierno con cierta falta de delicadeza. Elogios repartía, en cambio, José “Pilo” Bordón, pero en este caso para las empanadas que se repartían. Entre quienes visitaron al embajador trasandino, Miguel Zaldívar Larraín, estuvieron también Fulvio Pompeo, Fernando Iglesias, y Pablo Garzonio.
Diputado acosado
Recién lanzado a la carrera por la jefatura de Gobierno porteño, Adrián Pérez no para de sorprenderse por el apoyo de los vecinos pero, más aún, por lo particular del electorado que lo sigue. Alguna vez Lilita Carrió dijo que Pérez es el yerno que toda mujer de Recoleta quisiera tener. Pero la líder de la Coalición Cívica no advirtió sobre el extraño carisma que el joven diputado despierta también en otros barrios más proletarios. Al menos eso le sucedió en una visita a la feria de Mataderos, donde fue perseguido a sol y sombra nada menos que por el cocinero hot Nino Dolce. Enrojecido de vergüenza, Pérez agradeció el afecto al mismo tiempo que reconoció que no es precisamente el target de votantes que suele ir a buscar por los barrios.
Bicentenario azteca
Gran poder de convocatoria demostraron tener el embajador de México, Francisco del Río, y su mujer, Elena Calero, en el cóctel que organizaron para festejar el Bicentenario del país azteca. Hasta Julio Werthein, apartado desde hace varios meses de convites sociopolíticos, se sumó al evento en la embajada de la calle Arcos, en Belgrano, y cantó el himno con un inusual entusiasmo. Disfrutó de las brochetas y algún tequila Cristiano Rattazzi, quien hablaba de una importante alza en la venta de automóviles de su firma en Brasil, y aprovechaba para expresar su envidia hacia ese país por potenciar las oportunidades que da la coyuntura internacional. “Con lo que pasa en el mundo desde 2003, hasta De la Rúa sería un fenómeno acá”, comentó uno de sus interlocutores. De buen humor se lo vio a Eduardo Sigal, que fue el funcionario nacional de mayor rango en el festejo. Entusiasmado con las exquisiteces mexicanas se lo vio al diputado Fernando Iglesias. Más entusiasmado aún estaba el embajador Raúl Dejean, que en treinta días parte hacia Japón para hacerse cargo de la embajada argentina en ese país. El que no se cansó de saludar gente fue Pablo Garzonio. Se lo vio también a Miguel Bonasso, que vivió muchos años en México luego de exiliarse durante la dictadura, y al politólogo Rosendo Fraga, que disfrutó la mesa de dulces.
A la carta
De buen tomar y mejor comer es el grupo de españoles entre los que se propició una cata de vinos a media tarde y una posterior cena. Pedro Bello ofició de anfitrión y en El Palacio de la Papa Frita reunió a varios compatriotas sin excusas para escuchar a un orador ni debatir sobre el año electoral que viene. La razón del encuentro fue básicamente gastronómica. Pasadas las 19, varias botellas de Ruca Malen esperaban por sus degustadores y, ya entrada la noche, el jamón serrano y una humeante paella acapararon toda la atención. Entre otros, abandonaron la dieta el presidente del Partido Popular en Argentina, Fernando López Pereira; el secretario del Club Español, José Luis García Morales; el ex funcionario porteño Narciso Muñiz y Carlos Gutiérrez, dueño del tradicional La Biela.
Jueces de festejo
Como era de esperarse, luego del triunfo de la lista Bordó en las elecciones de los representantes de los jueces para el Consejo de la Magistratura Federal, vinieron los festejos correspondientes. La algarabía inundó el restaurante La Churrasquita, donde hubo una tenida gastronómica abundante, que abarcó desde las tradicionales carnes del lugar hasta pescados y mariscos. Entre los más exultantes por la victoria estaban el candidato ganador, Ricardo Recondo, el juez laboral José Sudera (recordado por haberle negado al Gobierno colaboración policial para un procedimiento en el Sindicato de Aeronavegantes de Alicia Castro), el camarista penal Luis Cabral (que seguramente sucederá a Recondo como presidente de la Asociación de Magistrados), la jueza federal de San Martín Lidia Soto, el camarista laboral Gregorio “Goyo” Corach, el presidente de la Federación Latinoamericana de Magistrados, Miguel Caminos; los recientemente electos como representantes al Consejo de la Magistratura por los abogados, Alejandro Fargosi y Juan Pablo Zanetta, y el candidato al Consejo de la Magistratura porteña, Jorge Enríquez. Mientras el vino corría austeramente por las mesas, Recondo salía al aire –vía telefónica– en programas de televisión que, en el plasma del establecimiento, observaban los presentes.
Ser y parecer
En las horas posteriores al acto de la JP en el Luna Park, un referente que milita en el kirchnerismo, en lo que podría considerarse el ala del centroizquierda, analizaba el porqué de las sutiles (y no tanto) bofetadas que Kirchner le ha propinado en los últimos días a Daniel Scioli. Según el dirigente, el problema con el gobernador bonaerense es que “ni es, ni parece”. Sucede que el ex presidente le exige a Scioli que meta los pies en el barro en los temas calientes como Papel Prensa, como hacen Timerman o Aníbal Fernández, aunque sabe que ésa es una misión imposible porque no es su estilo. Pero una cosa es tolerar que el ex motonauta prefiera mantenerse al margen de ciertos temas y seguir cultivando su perfil mesurado –sin dejar de almorzar con Mirtha Legrand o de hablar de optimismo, esperanza y demás vaguedades–, y otra es que con esa fórmula conciliadora y sirviéndose de ciertas medidas del Gobierno nacional, tenga mejor imagen que Kirchner en las encuestas.
Pinguinos en Alaska
Las ciencias naturales indican que no hay pingüinos en el Polo Norte. Pero pese a eso, la diputada Carolina Moisés viajó a Alaska en representación del kirchnerismo, como parte del grupo de legisladores que visitaron Estados Unidos de la mano de la Fundación Río de la Plata y el American Council of Young Political Leaders. También se sumó al periplo la macrista Soledad Martínez, que en una visita a la firma Boeing aprovechó para conversar con hombres de la firma sobre la situación de Aerolíneas Argentinas.