“Si Alberto hubiese sacado los 16 puntos de diferencia, los nombres de la transición hubiesen sido otros. Ocho puntos es mucho pero no lo suficiente para mostrar la fortaleza necesaria, por eso debió dar señales de moderación con esos nombres”, dice un diputado del Frente de Todos sobre los dirigentes que se ocuparán de la transición. Además de Vilma Ibarra, quienes encabezarán el diálogo con el Gobierno serán Santiago Cafiero, Gustavo Béliz y Eduardo “Wado” De Pedro.
Desde el 18 de mayo, día que Cristina Kirchner anunció la candidatura de Fernández, Cafiero se convirtió en la sombra de Fernández. Con oficina en la calle México, el nieto del histórico dirigente Antonio Cafiero, recibe en nombre del presidente electo a quienes Fernández envía para hablar no solo del próximo gabinete, sino también a empresarios y sindicalistas. A pesar de que lo acompañó a los viajes que como candidato emprendió, esta vez Cafiero no viajó a México. El dirigente se quedó para preparar la transición.
Gustavo Béliz regresó al país ya con el pedido de Fernández de sumarse a su futuro gobierno en caso de ganar los comicios. Fue uno de los primeros nombres que se creyó que la ex presidenta Cristina Kirchner podría poner reparos. “Se habla de que Cristina veta nombres, ¿por qué entonces aceptó a Sergio Massa? ¿Por qué aceptaría a Béliz y a Vilma? Lo que no entienden es que desde que se corrió y le dejó el lugar a Alberto, Cristina demostró una apertura que no demostraron otros y la seguirá demostrando”, dicen cerca de la ex presidenta.
Quien sí tiene toda la confianza de la vicepresidenta electa es Eduardo “Wado” De Pedro. Sin embargo, en las oficinas de la calle México cuentan que el diputado de La Cámpora se ganó el lugar sin el pedido de Cristina. En el peronismo reconocen en De Pedro que supo tejer el vínculo con intendentes, legisladores y gobernadores incluso durante el gobierno de Cristina Kirchner, cuando muchos de ellos mantenían fuertes diferencias con la entonces presidenta.