Muy lejos de los trabajadores del organismo que descreen de un verdadero cambio y del debate público que merecía por las constantes críticas a la medición de la inflación, el Jefe de Gabinete, presentó ayer junto a las autoridades del Indec dispuestas por el Gobierno el cambio en la metodología de la medición del índice de precios al consumidor (IPC) que reemplazará a la vigente.
Si bien se trata de un cambio relevante -si se tiene en cuenta que desde hace más de un año el organismo se encuentra intervenido y sus estudios cuentan con el descrédito de la mayoría de la población-, el anuncio se hizo en el Hotel Sheraton de Pilar, sorpresivamente, al finalizar un seminario internacional en el que se discutieron metodologías para medir la inflación.
El trabajo sobre el nuevo IPC, que Fernández contó que hace ocho meses que se utiliza en paralelo con el cuestionado aunque se negó a dar a conocer los datos que arrojó hasta ahora, se realizó bajo absoluta reserva por los funcionarios dispuestos por el Gobierno desde la intervención y su grupo de colaboradores.
Indignados, algunos trabajadores del Indec que trabajaban con el IPC, fueron desplazados de sus puestos y ahora desconocen absolutamente los cambios en la metodología se quejaron con Perfil.com: “Confunden el secreto estadístico con el secreto de Estado. La metodología debería haber sido discutida de forma publica”.
El anuncio oficial fue criticado por los trabajadores del Indec. Según contó una fuente cercana al Instituto, el oficialismo llevó en micros a su gente, y no hubo ningún representante de los trabajadores que hace 15 meses reclaman por una medición transparente. Sobre la presencia de Fernández, la fuente aseguró que fue llamativo que la presentación la realice “un abogado y no el Ministro de Economía”.
Si bien durante su discurso Alberto Fernández admitió " gruesos errores" en la forma de medición de la inflación, desde el corazón del ente de medición admitieron que nada va a cambiar. “Los que estamos en esta pelea no tenemos esperanza. Los que anuncian los cambios son los mismos que falsearon los datos. No hay garantía de que esa gente que manipuló los datos cumpla con lo que tienen que cumplir”, explicaron desde el Instituto. “Hasta que no haya un cambio real, hasta que no se termine la intervención y se vayan los matones y los obsecuentes del Gobierno, hasta que no se haga una renovación real, no se puede confiar”, expresaron.
Qué dijo Fernández. El jefe de Gabinete destacó que el nuevo índice buscará "reflejar más adecuadamente cómo varían los precios teniendo en cuenta cómo se consume (en la actualidad) en la Argentina".
En ese sentido, precisó que el nuevo índice comprende "lo que consumen más de las dos terceras partes" de la población y "el 77 por ciento de los precios de bienes y servicios" de uso masivo.
En su disertación, Fernández destacó la importancia de actualizar la metodología, tanto por el tiempo transcurrido desde la encuesta que se utilizó para el IPC aún vigente (doce años) cuanto por los "gruesos errores" que, según dijo, guardan similitud con el índice de los Estados Unidos, de acuerdo con lo que le comentó el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz.
Al respecto, precisó que el IPC actual considera "consumo" lo que en realidad es un "salario", como en el caso de las remuneraciones del personal doméstico; las mediciones se hacen de lunes a viernes, pese a que muchas ofertas de los grandes centros de compra tienen lugar los fines de semana y, principalmente, subyace una "inflación importada" por la incorporación de gastos de bienes y servicios del exterior.