El ex ministro de Economía de la Alianza, José Luis Machinea, y autor de la famosa tablita que el Gobierno acaba de anunciar que eliminará para beneficiar a la clase media y media alta, criticó duramente la decisión de Cristina Fernández de Kirchner en una carta titulada “Esto no es progresismo”.
El texto, publicado en el diario La Nación, cita a la presidenta que se refirió a la tablita como “la tristemente célebre tablita de Machinea”, y cuestiona: “Si tan triste fue, no se entiende por qué los gobiernos del matrimonio Kirchner la mantuvieron durante cinco años y medio”.
“Durante años he guardado un silencio casi total sobre los hechos económicos y políticos de la Argentina. No pienso por ahora cambiar esa posición. Por lo tanto, esta nota tiene el objetivo específico de intentar corregir las inexactitudes en las declaraciones efectuadas por funcionarios del gobierno referidas al anuncio de la señora Presidenta”, señala el ex ministro del gobierno de la Alianza. Y destaca que, al asumir en el gobierno en 1999, por el déficit del PBI y el imposible acceso a un financiamiento externo, lo único posible era “aumentar los ingresos públicos y de bajar el gasto público”.
“Por el lado de los recursos, se recurrió en diciembre de 1999 a una reforma de carácter progresivo en el impuesto a los ingresos personales. Nadie dudó, entonces, de esa progresividad”, agrega la carta del ex funcionario.
“Se decidió limitar las deducciones a medida que aumentaba el nivel de ingresos. Eso es lo usual en la mayoría de los sistemas impositivos de los países desarrollados y en aquellos países en desarrollo cuyos gobiernos apuntan a conciliar crecimiento con equidad. Esa, y no otra cosa, es la famosa ‘tablita’”, ironiza en la carta.
Machinea, también se despachó contra las declaraciones del jefe de Gabinete Sergio Massa: “Puede criticar aquella reforma, pero lo que no puede hacer a riesgo de caer en una completa inconsistencia es caracterizarla como ‘un impuesto regresivo’. Esas palabras sólo pueden ser fruto del desconocimiento o de la obediencia debida. Sí podría, en cambio, calificar de regresiva y poco racional la eliminación de escalas llevada a la práctica por el gobierno del presidente Kirchner”.
Respecto de la dudosa medición oficial de la inflación, Machinea disparó: “(Massa) podría también calificar de regresivo e irracional ajustar los mínimos no imponibles del impuesto a las ganancias por una inflación oficial mucho menor que la verdadera, estimulando la legítima protesta de los trabajadores ante lo que se convirtió en un verdadero impuestazo”.
Y disparó: “Ante una fuerte restricción al financiamiento como aquella que nosotros vivimos en 1999 y que la señora presidenta hereda ahora de la gestión de su esposo, el Gobierno decidió enfrentarla con la confiscación de los ahorros de los ciudadanos que aportaban a las AFJP y no con una meditada reforma que fuera fruto del consenso”.