La foto de Mauricio Macri junto a gobernadores peronistas es una de las figuritas fáciles de conseguir en un año en el que no hay elecciones. Pero ahora Cambiemos va por más, y busca que el diálogo con estos mandatarios provinciales continúe en plena campaña y llegue a convertirse en una especie de “alianza pasiva” en la que todos ganen.
Aunque en las últimas 48 horas que Macri compartió con distintos gobernadores no hubo tiempo para hablar de los comicios de 2019 ni de acuerdos para avanzar con leyes en el Congreso, tanto en la Casa Rosada como en las provincias están atentos a lo que hagan desde ambos lugares.
En Cambiemos saben que en una docena de provincias las elecciones desdobladas son un hecho. En algunos territorios no les incomoda que sea así, pero en otros, en cambio, lamentan que la figura de Macri no pueda arrastrar al candidato a gobernador a una victoria. Por ello, a pesar de que atentan contra el plan de engrosar la lista de gobernadores propios, empiezan a mencionar la posibilidad de una “alianza pasiva” con mandatarios del PJ.
“La elección provincial separada de la presidencial es un problema en los distritos en donde teníamos posibilidad de ganar, pero nos beneficia para la pelea por la reelección de Mauricio, en donde los gobernadores peronistas que ya se aseguraron sus territorios y no tienen nada que perder se vuelven neutrales y pasivos al momento de apoyar a un candidato propio”, detallan en Balcarce 50. Un funcionario del macrismo hace un FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) para evaluar su alcance. “En Córdoba, en donde la figura de Macri empuja la boleta, que haya elecciones separadas es una amenaza, pero en provincias como Formosa, en las que perdemos 70 a 30, no lo es”, explica el dirigente.
En 2017, Cambiemos obtuvo una amplia victoria en Córdoba y es una de las provincias que se entusiasmaron con conquistar el próximo año. Sin embargo, y a pesar de señalar que la separación de las elecciones se convierte en una amenaza, desde el gobierno nacional aseguran que no intervendrán en la decisión del desdoblamiento. Tampoco lo harán en la pelea que se desató esta semana entre el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, y los legisladores locales de Cambiemos por la intención de modificar las fechas en las que se debe convocar a elecciones.
Las Constituciones de Chaco y Tierra del Fuego obliga a mantener los comicios separados. A ellos se sumarían Entre Ríos, San Juan, La Pampa, Tierra del Fuego, San Luis, Catamarca, Salta, Santa Fe y Formosa. En el peronismo evalúan los escenarios electorales y reconocen que sus provincias fueron mejor tratadas con Macri que con los presidentes de su propio partido. Algunos se animan a más y aseguran que prefieren ver a Macri reelecto más que a uno suyo presidente, ya que algunos sueñan con suceder a Cambiemos en 2023.
Macri inauguró esta semana el camino del diálogo que pretende conservar en 2019. “El camino que tomamos es el correcto, de alegría, de aprendizaje. Lo importante es que sigamos con mejor ritmo y, dando un paso todo el tiempo en la dirección correcta, todos juntos vamos a llegar”, sostuvo el Presidente en el Primer Encuentro Regional del Norte del Plan Belgrano, que se realizó ayer en Chaco, en el que se mostró con los gobernadores Hugo Passalacqua, Gustavo Bordet, Domingo Peppo y Gildo Insfrán.
Con estos encuentros, quedaron atrás los tiempos en los que se catalogaban como “enemigos”. Los chistes entre Macri e Insfrán llegaron por el fútbol. Ambos son hinchas de Boca, y eso descomprimió el encuentro en el que el gobernador de Formosa prefirió no recordar que el Presidente llegó a decir que su territorio debía ser intervenido. Hubo más coincidencias: ninguno de los dos se privó de tomar mate y comer chipá. “Ambos maduraron, había mucho prejuicio y desconfianza mutua. En estos dos años pudieron iniciar una relación personal y hoy se tienen respeto”, graficó un testigo del encuentro.
Macri no descuidará a los dirigentes provinciales propios. Incluso el jueves en Misiones se reunió con la Mesa de Cambiemos, pero desde el macrismo entendieron que la campaña contra un gobernador como Insfrán y otros que en su territorio ganan por amplia ventaja terminó perjudicándolos. “Sucede con Vidal en Buenos Aires, nadie se anima a criticarla. Si queremos tener más votos en su territorio habrá que mostrarse cerca de ellos”.