La cuerda se había tensionado hasta el extremo. Sin embargo, el gobierno nacional accedió a enviar a Santa Fe unos tres mil gendarmes para reforzar la seguridad, en un clima de zozobra con marchas y protestas generalizadas en Rosario y en la capital provincial. El acuerdo se rubricará el lunes cuando el presidente, Mauricio Macri, reciba al gobernador Miguel Lifschitz.
La tensión entre el gobierno socialista y la Nación había escalado luego de que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmara que era necesario realizar “auditorías” en las comisarías de la provincia. Rápidamente, los socialistas salieron al cruce.
“No queremos que parezca una intervención sino que buscamos darle un marco de trabajo en conjunto”, confiaron en la Casa Rosada sobre el acuerdo contra la inseguridad. De esto hablarán hoy el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el propio Lifschitz cuando lancen, de manera conjunta, el plan de Hábitat y mejora de villas en 13 localidades (incluida Rosario) con un desembolso de $ 900 millones.
De todas maneras, las masivas marchas contra la inseguridad el jueves en Santa Fe y en Rosario (fueron dos en tres semanas) complicaron a la administración socialista que solicitó fuerzas federales en las “zonas calientes”.
En la Nación dividen su análisis respecto a la responsabilidad del socialismo: hay quienes ven al gobernador, al menos, demasiado pasivo, y afirman que la mayoría de las comisarías están tomadas por las bandas del narcotráfico. Otros creen que no es tan grave la situación y que alcanza con sumar agentes patrullando y realizar operativos estratégicos.
El vínculo entre las dos administraciones tuvo sus bemoles. Luego de que Lifschitz apoyara fervientemente la primera convocatoria que realizó Macri a los gobernadores en Olivos, la triple fuga los enfrentó.
Cerca de Bullrich aún les queda el sabor amargo de recordar cuando, en pleno viaje en helicóptero, el joven secretario de Seguridad santafesino, Maximiliano Pullaro, le comunicó a la ministra que habían detenido a los tres prófugos. Bullrich se lo dijo a Macri, y el Presidente lo tuiteó. En realidad, habían capturado sólo a uno.
Como sea, ayer Frigerio presidió el primer acto político de trascendencia en tierra socialista: lanzó la Fundación Pensar presidida por el diputado Luciano Laspina, junto a Anita Martínez y a Mauricio Colello.