En Mataderos, y con un grupito de jubiladas al lado del miniatril, un Mauricio Macri “optimista” anunció un paquete de medidas sociales para compensar la inflación. Algunas, como la devolución del IVA en la canasta básica para los sectores de menos recursos o la asignación universal por hijo (AUH) para los monotributistas, estaban en agenda y se habían difundido hace meses. A partir de ahora, el Gobierno apuesta a un doble objetivo: cerrar la etapa de las malas noticias, y que a su vez se frene la caída de la imagen presidencial.
Si bien el acto se iba a realizar en la Quinta de Olivos, el equipo comunicacional del Gobierno optó por el centro de jubilados Deshojando Margaritas. Ahí, con un fondo floreado y cuatro jubiladas a su lado, Macri afirmó: “Ustedes nos preocupan, nos ocupan; queremos estar cerca, queremos llegar con lo que ustedes necesiten en esta transición”, afirmó. Y aseguró, con algo de voluntarismo, que “ya empezó a verse una reducción sustancial del problema de la inflación”.
A Macri lo acompañaron en el escenario los dos ministros relacionados con los anuncios: el de Trabajo, Jorge Triaca, y la de Desarrollo Social, Carolina Stanley. La principal medida del paquete es el proyecto de ley para devolver el IVA a jubilados y pensionados que cobran el haber mínimo y a beneficiarios de la asignación universal por hijo y por embarazo, en la compra de productos de la canasta familiar, con un tope de hasta $ 300 mensuales.
El reintegro correrá sólo para las compras hechas con tarjeta de débito y crédito, según aclaró Triaca. Así, esa política podría favorecer a más de 8.400.000 personas, tal como dijo el ministro. A ese universo de personas, por otro lado, se le pagará en mayo un plus de $ 500 por única vez.
Macri además prometió extender la asignación universal a los monotributistas y trabajadores temporarios (lo que podría favorecer a más de 700 mil personas); permitir la compatibilidad de la AUH con otros planes provinciales; aumentar los montos de los planes Progresar y Argentina Trabaja; subir el tope de cobro del monotributo social a $ 72 mil anuales, y actualizar los valores de los programas de empleo y capacitación. Según los cálculos oficiales, estas políticas beneficiarán directamente a diez millones de personas.
El Presidente también agendó la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil para la segunda quincena de mayo, tal como había anticipado en una reunión con los principales referentes de las tres CGT.
Los aliados del Gobierno, como el diputado radical Mario Negri y Elisa Carrió, celebraron las medidas. Son “muy buenas”, dijo Lilita. Compensó así las críticas públicas que semanas atrás había hecho sobre los ajustes PRO. “El gobierno de Cambiemos está preocupado por la cuestión social y es consciente de la inflación y de lo que eso significa”, aseguró ayer.
Sergio Massa, en cambio, cuestionó “reducir la inflación a costa del salario y la caída del consumo”.
El Gobierno pretende instalar la idea de que ahora empieza un nuevo ciclo, con menos inflación y un repunte incluido en la imagen de Macri.