POLITICA
Caso Maldonado

Maldonado: en la autopsia aún no quedó claro cuánto tiempo estuvo bajo el agua

En ese punto no hubo acuerdo entre los distintos profesionales que participaron. Los primeros indicios darían cuenta de una gran cantidad de agua en los pulmones. Mañana estará el informe preliminar.

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Santuario. En la puerta de la morgue dejaron flores y velas en homenaje a Santiago Maldonado. | Cedoc Perfil
Si las horas que pasaron fueron claves en el marco del caso de Santiago Maldonado, las que vienen no lo serán menos. Entre la tarde y la medianoche del viernes, Sergio, el hermano mayor del joven tatuador, reconoció que era Santiago el cuerpo encontrado el martes último en las aguas del río Chubut. Y seis horas después fue el propio juez de la causa, Gustavo Lleral, quien salió a hablar con los medios. En la puerta de la morgue, Lleral, que hoy cumple su primer mes al frente del expediente, aseguró que se había determinado que “no hubo lesiones en el cuerpo” y resaltó que se estaba en el marco de una investigación por “la averiguación de un delito grave”. “Lo único que falta ahora es determinar cuál fue la causal de muerte”, detalló el magistrado.

Para mañana a las 10 se espera un informe preliminar sobre los primeros datos de la pericia, que luego irá completándose a lo largo de las próximas semanas tras la llegada de nuevos resultados de análisis puntuales. Parte de los estudios que se realizan buscan determinar con exactitud la data de muerte, otra de las claves del caso.

Los primeros indicios darían cuenta de una gran cantidad de agua en los pulmones de Santiago, lo que podría corresponderse con una situación de “asfixia por inmersión” o ahogamiento, explicaron fuentes del caso a PERFIL. Los estudios que se harán en las distintas áreas del Cuerpo Médico Forense de la Nación sobre los diferentes órganos, en este caso los pulmones, serán claves para establecerlo.

En tanto que la data de muerte es otro de los puntos que deberán determinarse para saber exactamente qué sucedió con Santiago desde la última vez que fue visto con vida, en el violento operativo de desalojo de efectivos de la Gendarmería en el Pu Lof de Cushamen, el 1° de agosto. En principio la data, que normalmente presenta dificultades para establecerse con exactitud, hablaría de más de 60 días en el agua. No obstante en ese punto no hubo acuerdo inmediato entre los distintos profesionales que participaron de la autopsia, por lo que se esperan los resultados complementarios.

Ayer, la familia Maldonado publicó un comunicado, en el que habló sobre las “desinterpretaciones” que se hicieron sobre los dichos de Lleral y resaltaron que la “declaración no descarta que Santiago haya sido víctima de un accionar violento que desencadenó su muerte”. Y agregaron que precisamente por eso continúan esperando los resultados concluyentes del trabajo de los peritos. Poco antes, a través de una carta dirigida a Santiago, Sergio Maldonado había afirmado: “espero que los culpables paguen por lo que te hicieron”.

Durante la autopsia del viernes, los peritos estuvieron de acuerdo en sostener que no hubo lesiones en el cuerpo. En tanto que sobre la causa de muerte del joven de 28 años, el propio Lleral explicó que para eso hay que “esperar que se produzca por estas horas resultados complementarios de las muestras que se toman en este tipo de casos. Más de dos semanas tal vez, resultados quizá con anticipación”, agregó.

La autopsia, que comenzó una vez que la familia reconoció a Santiago por todos sus tatuajes, fue encabezada por Roberto Cohen, uno de los tres profesionales del Cuerpo Médico Forense, que participaron del procedimiento (Ver recuadro).

La autopsia siempre la hace un profesional y va mostrando al resto, paso a paso”, señalaron fuentes forenses consultadas por PERFIL. 

Todo el procedimiento fue registrado, con las conversaciones incluidas, ante la presencia de más de 55 personas en la sala, entre veedores y peritos de parte. Entre ellos estaban los que representan al Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), a Gendarmería y del alférez Emmanuel Echazu, único imputado en la causa tras presentarse espontáneamente luego de conocer por los medios que una foto suya donde se lo mostraba herido a la vera del río, cuando él había declarado que recibió un piedrazo al costado de la ruta, iba a ser peritada.

También participaron de la autopsia miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), designados por pedido de la fiscal del caso, Silvia Avila, y el perito de parte de la familia Maldonado, Alejandro Inchaurregui, quien también formó parte de ese grupo. “Hay tranquilidad porque se buscaron todas las garantías para que a la autopsia accedan todos, se salden cualquier tipo de diferencias, con el cuerpo delante y se pueda llegar a saber lo que pasó”, insistían ayer distintas fuentes consultadas por este diario.

Afuera de la sala donde se realizó la autopsia había otras treinta personas. El propio Lleral, que garantizó la cadena de custodia del cuerpo viajando con él desde Esquel, no se movió del lugar en toda la jornada.

Lleral tiene aún un mes más con dedicación exclusiva en el expediente, según lo decidido por la Cámara de Comodoro Rivadavia, cuando aceptó la recusación del primer juez de la causa, Guido Otranto, presentada por la familia de Santiago y lo nombró a él para hacerse cargo del expediente que ya acumula más de cuarenta cuerpos. (Ver El papel...)

Tras hablar el viernes a la medianoche con la prensa y dar informe de la autopsia, Lleral pidió respeto por la familia Maldonado y se llamó a silencio. Las horas siguen siendo claves.

El papel del juez Lleral

El juez Gustavo Lleral se tuvo que hacer cargo de la causa por la desaparición de Santiago Maldonado en un momento complicado. Su antecesor, Guido Otranto, acababa de ser apartado por la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia luego de una entrevista en la que señaló que, para él, Maldonado se había ahogado en el río Chubut.

Desde el inicio, Lleral intentó diferenciarse de Otranto. Al menos en los gestos. Por lo pronto, tomó contacto con la familia Maldonado y estableció un vínculo que nunca había logrado el primer juez de la causa. Con dificultades y todo, también pudo lograr algunos avances en la relación con la comunidad mapuche.

El martes, cuando se encontró el cuerpo en el río, el juez pareció tomar todos los recaudos necesarios para evitar las dudas y suspicacias que, inevitablemente, rodearon a la aparición del cadáver. El viernes a la medianoche, habló con los medios e informó que el cuerpo de Maldonado no tenía lesiones.