Las fotos inéditas que acompañan esta nota fueron extraídas de un expediente que estaba perdido en Tribunales y que hace unos meses fue reconducido hacia el despacho del juez Ariel Lijo, quien investiga el asesinato de José Ignacio Rucci, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), el 25 de septiembre de 1973, hace ya 36 años.
Hay otras fotos sobre cómo quedó el cuerpo de Rucci, perforado por 25 disparos de FAL, Itaka y pistola, pero su publicación seguramente ofendería la sensibilidad de los lectores y, en especial, de los familiares de la víctima.
Fue por esa cantidad de perforaciones que en ámbitos montoneros se bautizo a este atentado “Operación Traviata”, en alusión a la conocida publicidad de las galletitas Traviata, cuyo eslogan era: “La de los 23 agujeritos”. Una ironía cruel, una muestra de la banalidad con la que se mataba y se moría en aquella Argentina repleta de violencia política.
La Justicia reabrió esta investigación hace un año, luego de la publicación de mi libro Operación Traviata, ¿quien mató a Rucci?, del cual acaba de salir una edición ampliada y corregida.
En base a los datos recogidos y a los testimonios de 15 personas, que figuran con nombre y apellido, la hipótesis de ese libro es que Rucci fue muerto por un comando montonero dirigido por Julio Roqué, más conocido como Lino, Iván o Uno, un destacado pedagogo cordobés que era el mejor cuadro militar de Montoneros y ocupaba el puesto número 6 en la Conducción Nacional de esa organización político-militar.
Continúe leyendo esta nota en la Edición Impresa del Diario Perfil